La Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía (Apsee) ratificó la exigencia de paritarias para renegociar lo acordado en diciembre y denunció que «esas compañías amenazan con aumentos de tarifas», a la vez que respaldó al Gobierno por defender «los intereses energéticos del país».

«Desde hace un mes el gremio procura negociar paritarias respecto de lo acordado en diciembre con Edesur, Edenor, Edelap, Sacme y las Centrales Puerto, Costanera y Dock Sud, en la mesa acordada en la cartera laboral, pero sin pudor hasta ahora argumentaron no tener dinero hasta resolver el tema tarifario», aseguró el gremio.

El sindicato, alineado en la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) en la CGT y liderado por Carlos Minucci, indicó en un comunicado que «esa respuesta es precaria pero no disimula la prepotencia del poder, como ocurrió durante los cuatro años anteriores».

Minucci denunció que las empresas «advierten y amenazan» al Gobierno en el sentido de que «sin determinar de forma previa el valor de la tarifa no es posible definir inversiones y salarios, aunque ya adelantaron que se reducirá la calidad del servicio que ofrecen». «Más baja calidad de servicio y de salarios sería imposible. Las tarifas son altamente exponenciales y, el agregado de la amenaza al Gobierno, debería por sí mismo ser un factor determinante para concluir el contrato de concesión», subrayó.

Dijo que el objetivo empresario es «acumular dinero y continuar sumando poder, mientras desde hace años el sindicato denuncia la ausencia de inversiones, el mal servicio y la exposición del personal a situaciones de violencia por parte de los usuarios, cansados de lo que les ocurre por falta de suministro».

«Se llegó a límites impensados. Las políticas patronales son humillantes para los ciudadanos, que soportan tarifazos indiscriminados en el contexto de grandes negocios realizados con la complicidad del gobierno macrista, y transferencias de riqueza en un país devastado por la herencia económica y la crisis sanitaria», remarcó.

Minucci añadió que el sector energético y sus trabajadores «son fundamentales para el sostenimiento del sistema, pero reciben respuestas paritarias irrespetuosas y se pretende que continúen siendo la variable de ajuste, mientras se sostiene la flexibilización laboral».

«Las empresas mantienen la inequidad entre estamentos con diferentes pagos para dividir a los trabajadores; destruyen los planteles; fuerzan retiros voluntarios; no cubren vacantes por jubilación; excluyen personal de los convenios y los violentan; insisten en que la mayor parte de las tareas sea realizada por tercerizados y defienden a las contratistas, todo refleja violencia laboral, denunciada aquí y en el exterior», agregó.

Minucci respaldó al Gobierno de Alberto Fernández, a las autoridades de la Secretaría y Subsecretaría de Energía y a las del Ente Nacional de Regulación de la Electricidad (ENRE) «en su lucha por los intereses del país», y ratificó que las patronales utilizan «la paritaria como factor de presión para subir las tarifas».