Los directivos de Cresta Roja, la compañía integrada por Ovoprot, Grupo Laclau y Tanacorsa, ya discuten con los equipos técnicos de las carteras de Trabajo y Agroindustria la cesión del control de la productora agrícola.

Y, por impulso oficial, todo se encamina a la creación de un fideicomiso, que pasará a fijar el funcionamiento de esta firma que el macrismo tanto promocionó como un ejemplo de la recuperación económica.

El “volantazo” ya fue comunicado a la mayoría de los empleados que se ven afectados por el atraso salarial, cada vez más pronunciado. Tanto es así, que recién esta semana se hizo efectivo el pago de la última cuota de los sueldos correspondientes a enero.

Desde principios de año, el mensaje de la directiva de la avícola a los operarios es lapidario: si Cresta Roja afronta el pago total de los sueldos, se queda sin caja para comprar el alimento balanceado que demandan los pollos. Por ende, se paralizaría totalmente la producción.

De este modo, los empleados se encuentran ante la disyuntiva entre exigir el cobro de sus remuneraciones en tiempo y forma o, tal como lo plantea Proteinsa, «cuidar» la fuente laboral, aunque eso implique la postergación de haberes.

«Nos dividieron los pagos de sueldos en cuatro cuotas. De esta forma, buscan saldar las deudas de meses anteriores. Todavía nos deben febrero completo, las vacaciones y el bono de fin de año del 2017», detalló a al portal iProfesional.com un vocero gremial.

Atención del Gobierno nacional

En todas las organizaciones sindicales que representan a los trabajadores de Cresta Roja (Alimentación, UATRE y UOM) se impone la idea de que la salida de la sociedad derivará en la concreción del fideicomiso que ya se discute en las dependencias de Gobierno.

Además, los sindicatos hicieron trascender los nombres de quienes se harían cargo de la administración de Cresta Roja en el mediano plazo.

Fuentes que siguen el día a día de la avícola aseguraron al mismo portal de noticias que Granja Tres Arroyos encabezaría ese fideicomiso. Y que ya están iniciadas las tratativas con Proteinsa para establecer las condiciones sobre el control de las plantas.

En simultáneo, indicaron que el grupo Los Grobo también empezaría a tallar en las decisiones comerciales de la productora de carne aviar.

Avanzan en las gestiones

«Los técnicos y directivos de Granja Tres Arroyos recorrerán una de las plantas para evaluar la forma en que mejorarán su funcionamiento, una vez que asuman», indicaron fuentes cercanas a la controlante de Cresta Roja.

«Ya tiene definido hasta el centro de distribución de productos. Todavía no queda claro si mantendrá todas las instalaciones, si toma finalmente el mando, o si venderá alguna de ellas», añadieron.

Según las fuentes consultadas, el grupo conformado por Ovoprot, Grupo Laclau y Tanacorsa jamás dio muestras de solidez financiera. Apenas mostró voluntad para quedarse con una «papa caliente» que mantenía tenso al macrismo.

«Se limitó a esperar hasta llegar a este presente. Ahora van por un negocio al que accederán poniendo muy poca plata», completaron.

Principal proveedor de balanceado

El segundo actor que suena con fuerza para intervenir en una nueva etapa de la complicada Cresta Roja es el grupo de Los Grobo, que hoy día está vinculado con la avícola por ser el principal proveedor de alimento balanceado.

«Los Grobo empezaron con la entrega hace tiempo, pero la intensificaron en las últimas semanas. En estos 20 días, el rendimiento en las granjas mejoró muchísimo y se detuvo la matanza de pollos recién nacidos, algo que fue corriente en todo enero», aseguró un trabajador. «Desde fines de febrero a esta parte, todo pasa por nacimientos y pollos que van a engorde», añadió.

«La pregunta que nos hacemos es quién le está pagando a Los Grobo, porque hoy Perea no tiene respaldo ni para cubrir los sueldos. Ahí es donde toma forma la participación del Gobierno, que por todos los medios trata de evitar la caída de la compañía», argumentó una fuente sindical.

«Actualmente entran a diario a las granjas cerca de 80 camiones con alimentos. A principios de año no llegaban a 30. Esto demuestra el protagonismo que vienen asumiendo Los Grobo que, con aval de Cambiemos, garantiza un piso de producción con vistas a la entrada de un fideicomiso», indicó.

Caída libre

Proteinsa debutó con el acompañamiento del Gobierno que encabeza Mauricio Macri. No obstante, incumplió el grueso de las promesas elevadas al momento de hacerse cargo formalmente de Cresta Roja.

Fuentes cercanas a la avícola reconocen que la empresa dejó fuera del proceso de reincorporación al 30% de los operarios de la ex Rasic, por lo que hoy se encuentra muy lejos de alcanzar los 3.500 puestos de trabajo comprometidos al momento del «salvataje».

La compañía, señalada en su momento como ejemplo, hoy está casi paralizada. Abona los sueldos en forma fraccionada y tiene dificultades para afrontar los compromisos con sus proveedores.

Prueba de ello es que cerró 2017 con cheques rechazados por un monto cercano a los $450 millones, según datos del Banco Central (BCRA). De ese total, unos $120 millones fueron levantados en diciembre con nuevos papeles de pago diferido.

Por aguas inciertas

Ya sea a través de la irrupción de Granja Tres Arroyos o de Los Grobo -bajo la mirada atenta de un Gobierno que evita su hundimiento-, Cresta Roja se encamina hacia un nuevo cambio de timón.

La firma, que fuera tomada como emblema de la recuperación macrista, navega por aguas inciertas, y la zozobra sigue siendo su rasgo comercial más distintivo