La fábrica de colchones rafaelina Limansky presentó el proceso preventivo de crisis. Según relató el representante gremial, ya habían adelantado las vacaciones y creado un banco de horas para flexibilizar el horario de la jornada laboral.

«Finalizadas esas etapas llegamos a esta instancia» que implica que «desde el 1º de enero van a trabajar solo cuatro horas, que se van a abonar de manera habitual, y las cuatro horas restantes que no se trabajan se van a abonar como concepto no remunerativo», aseguró.

«Es una etapa más de algunas medidas que venimos implementando desde mediados de este año, lo que era una flexibilización de hecho, como la creación banco de horas que flexibilizaba el horario de la jornada laboral, lo que implica un esfuerzo de los trabajadores en cuanto a la predisposición de la modificación de sus horarios y un sacrificio de parte de la empresa garantizando el abono total del salario», sostuvo Lombardo.

Sobre los indicadores que motivan estas decisiones, Lombardo indicó que «hay una caída crítica de los niveles de producción. La empresa tiene más de 400 trabajadores afectados al área de producción y tiene una capacidad ociosa muy grande».

«Esta situación indefectiblemente nos retrotrae a la experiencia del 2001, donde a partir de la caída de la producción también había negociaciones por reducciones horarias y salariales, pero hay un dato de esta realidad que la hace más cruda: una creciente inflación que en el 2001 no se daba. Esto sumado a las tarifas que siguen incrementando hacen que el salario esté absolutamente contraído y que ya no alcance a cubrir necesidades básicas de los trabajadores», reflexionó.