La situación crítica que las pymes vienen atravesando desde un tiempo hasta aquí es un hecho evidente en toda la Argentina en general y en la provincia de Santa Fe en particular. La falta de incentivo a nivel local, sumado a una apertura indiscriminada de las importaciones, así como el crecimiento desmedido de la inflación, la devaluación constante del peso y la dolarización de las tarifas, son factores que han decantado en una extrema crisis para los pequeños y medianos productores.

Las panaderías no son la excepción a esta regla, sino que por el contrario enfrentan una “situación de crisis terminal”, según expresó a Conclusión el presidente de la Asociación de Industriales, Panaderías y Afines de Rosario, Gerardo Di Cosco.

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“La panadería argentina se encuentra en una situación de crisis terminal, es más, no ocurrió nunca en la historia de nuestra industria”, señaló con gran preocupación.

En ese sentido, precisó que “casi el 40% de panaderías, desde el 2015 a esta parte, han cerrado sus puertas, y en la medida en que esta situación económica se profundice, va a seguir sucediendo”, lamentó.

“Esperemos que el nuevo presidente trate de hacer las cosas como corresponde y cambie esta política y vuelva a insertar el dinero en la calle, permita que lleguen los aumentos de los jubilados, los aumentos AUH, del salario, es la única forma de que se pueda salir adelante y que se pueda reactivar el mercado interno”, manifestó Di Cosco.

Por último admitió que debido a la escalada del dólar que se vivió en las últimas horas de esta mañana, “muchos dejaron de vender harina porque están viendo a ver qué va a pasar con el dólar” y concluyó que si el mercado interno no reactiva, “lamentablemente nos vamos a encontrar con más panaderías cerradas”.