La pandemia golpeó fuerte a los trabajadores argentinos. Un total de 3,7 millones de empleos se perdieron durante el segundo trimestre del año, como consecuencia de la cuarentena decretada por la irrupción de la pandemia de coronavirus, según cifras informadas por el Indec.
A marzo último había 20.879.000 puestos y se pasó a 17.122.000 a fines de junio último, lo que representa una fuerte caída del 18%.
Sin embargo, más de la mitad de los empleos que se destruyeron al inicio de la pandemia se recuperaron en el tercer trimestre, destacó la Universidad Nacional de San Martín (Unsam).
El Indec confirmó que si bien todas las modalidades de trabajo fueron afectadas, la cuarentena golpeó con mayor fuerza a los asalariados «en negro» y cuentapropistas.
En tanto, la tasa de desocupación se ubicó en el 11,7% en el tercer trimestre del año (últimas cifras relevadas) y se detectaron 1.400.000 desempleados en los aglomerados relevados por el INDEC, que proyectados a todo el país representan alrededor de 2.200.000 personas en esa crítica situación.
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El Gran Rosario reportó un índice menor al promedio nacional, del 11,1%. El conurbano bonaerense es el aglomerado más afectado por la desocupación en la Argentina, con el 14,8%, y la contracara es Comodoro Rivadavia, epicentro de proyectos petroleros, con 2,2%.
Si la comparación de este tercer trimestre se efectúa contra igual período de 2019 (9,7%) se registró una suba de dos puntos porcentuales, pero contra el segundo trimestre (13,1%) se verificó un descenso del 1,4%.
Teletrabajo
La pandemia cambió hábitos y cuidados pero también impactó de lleno en el mercado laboral y uno de ellos fue el teletrabajo, una modalidad que fue nueva para el 56% de los empleados argentinos.
A su vez, una encuesta reveló que el 42% de los trabajadores le dedicó más horas al trabajo que antes, de acuerdo con un sondeo de la consultora Addecco Argentina.
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Tras la Ley de Teletrabajo, el 38% de las empresas consultadas estima continuar con el trabajo remoto de sus empleados, aún en la etapa post pandemia, según otra encuesta realizada por la consultora en recursos humanos Mercer.
En el plano legislativo, también se promulgó la Ley 27.580 que ratifica el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre la Eliminación de la Violencia y el Acoso en el Mundo del Trabajo; y la Ley Yolanda que establece que los empleados públicos deberán capacitarse en medio ambiente.
ATP e Industria
El programa instauró el Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), por el cual abona el 50% del salario de los trabajadores de cada compañía inscripta.
En agosto, casi la totalidad de las empresas beneficiadas con la asistencia fueron pymes y la última etapa de este programa alcanzó a 134.746 compañías y casi 1.400.000 trabajadores a través del pago del salario complementario.
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Por su parte, el mercado laboral industrial cayó en agosto como consecuencia de la crisis por la pandemia y reportó una pérdida de casi 24 mil puestos de trabajo con relación al mismo mes del 2019, según datos publicados por la UIA.
Por otro lado, la actividad industrial creció 2,6% interanual en septiembre y alcanzó así su primer resultado positivo en lo que va del año.
En la comparación mensual, los asalariados registrados de la industria evidenciaron un incremento del 0,14%, lo cual representa un crecimiento de 1.540 trabajadores. Se trata del tercer mes consecutivo en alza.
Rosario y Santa Fe
En Rosario la pandemia estuvo signada por constantes paros de colectivos, que por deudas salariales a sus conductores no circularon durante gran parte de este año.
A causa de la pandemia de coronavirus y de una disminución en la cantidad de usuarios del transporte, las empresas no contaban con los recursos para abonar la totalidad de los salarios, por lo que los sueldos de los choferes comenzaron a retrasarse en cada mes.
Por este motivo, el gremio de la UTA Rosario se vio obligado a realizar paros en varios de los meses en que transcurrió la cuarentena. Los más largos fueron los de los meses de mayo y julio, en los que se dieron paros que superaron los veinte días.
Otro de los reclamos con mayor trascendencia fue el de los repartidores, personal esencial durante esta cuarentena, que a pesar de esto debieron reclamar por sus derechos laborales. Desde el Sindicato de Empleados de Comercio de Rosario instalaron una carpa en plaza San Martín con el fin de visibilizar la situación de los cadetes, que en su mayoría exigen poder desempeñarse en relación de dependencia.
Fueron 170 días de lucha de los trabajadores de las aplicaciones junto al Sindicato Empleados de Comercio de Rosario para lograr mejoras en sus condiciones laborales y acceder a los derechos que les asiste según la ley laboral. El objetivo del reclamo fue hacer visible la precariedad en la que están los trabajadores de las aplicaciones como PedidosYa, Rappi, Glovo y similares.
Desde el gremio aseguran que «el reclamo seguirá hasta lograr que esas empresas de aplicaciones tributen como corresponde a cualquier otro comercio, que tengan registrados a los trabajadores y que haya un lugar físico para el funcionamiento de la empresa».
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El fin de año estuvo signado por el conflicto en los puertos de granos, que permanecieron parados durante 20 días consecutivos. Se estima que hubo más de 150 barcos a la espera de poder embarcar granos y subproductos por unos 1.800 millones de dólares.
Finalmente la Federación Aceitera y el gremio de la actividad de Puerto San Lorenzo (SOEA) acordaron un aumento salarial. El acuerdo llegó tras 10 horas de negociaciones en el marco de un conflicto que mantuvo inactivos todos los puertos del país desde hace 21 días en demanda de un aumento salarial, luego de nueve horas de negociación.
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Sobre fin de año también se sucedió uno de los mayores conflictos laborales de la ciudad en 2020. Los trabajadores del call center Hay Latam realizaron una serie de protestas y manifestaciones contra el despido de unos 300 empleados. Por lo cual desde el sindicato de Empleados de Comercio exigieron la reincorporación y desde el Ministerio de Trabajo de la provincia dictaron la conciliación obligatoria.
Mientras tanto, los trabajadores pasaron la Nochebuena en la puerta de la empresa para reclamar por sus puestos laborales.
En la primera línea
El 3 de marzo se registró el primer caso positivo de coronavirus en la Argentina y, desde ese momento, médicos, enfermeros, camilleros y técnicos comenzaron un camino de incesante de trabajo que los llevó, en muchos casos, al borde del agotamiento, según precisaron distintos trabajadores de la salud.
Casi 64 mil de los casos de coronavirus reportados en el país afectaron a trabajadores de la salud, el 4,3% del total de contagios, de los cuales 397 murieron como consecuencia de una enfermedad que tiene al sector desde el primer día trabajando bajo presiones y al borde del agotamiento.
Según el último informe especial del Ministerio de Salud de la Nación, sobre los trabajadores de la salud publicado el 11 de diciembre, 63.837 contrajeron la enfermedad (679 con antecedentes de viaje), lo que equivale al 4,3 por ciento del total de casos confirmados hasta ese día.
No todas son pálidas
Si bien las noticias de este 2020 en cuanto a la situación laboral no son alentadoras, hay algunas situaciones positivas que se pueden rescatar durante este período, sobre todo en los últimos meses.
Más de la mitad de los empleos que se destruyeron al inicio de la pandemia se recuperaron en el tercer trimestre, destacó el Centro de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (CETyD) de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam).
Entre abril y junio tuvo lugar una acelerada destrucción de los puestos de trabajo mediante la cual 3,7 millones de personas que en 2019 tenían empleo dejaron de tenerlo. En el tercer trimestre, 2 millones de ellas recuperaron su fuente de trabajo, de ahí que “la tasa de empleo aumentó del 33,4% al 37,4% entre el segundo y tercer trimestre del año”.
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El empleo privado registrado creció 0,1% en septiembre, el primer incremento desde el comienzo de la pandemia, destacó el director del Centro de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (CETyD) de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), Matías Maito, al analizar el último informe elaborado por el Ministerio de Trabajo en base a datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y la Encuesta de Indicadores Laborales (IEL).
Ese mes, si bien aun en bajos niveles históricos, se observó una variación positiva de 0,3% de la población trabajadora asalariada, lo que representa la incorporación neta de 32,4 mil personas al trabajo declarado.
Otra de las noticias positivas es que la cadena de restaurantes Mostaza anunció que expandirá su franquicia con la apertura de 100 locales en los próximos cuatro años en todo el país, que generarán 4.000 puestos de trabajo y una inversión estimada en US$ 20 millones. Uno de estos locales estará ubicado en la ciudad de Rosario.
En el plano provincial, luego de nueve meses de cierre, reabrió sus puertas el Centro Científico, Tecnológico y Educativo “Acuario del Río Paraná”, con el acuerdo del pase a planta permanente de sus trabajadores, que alcanzan unas 20 personas.
Eva Rueda, responsable del centro de exhibición de animales, comentó que “a todos aquellos trabajadores que quisieron seguir y continuar su vínculo con el Acuario se les renovó el contrato”, agregando que “lo más interesante del acuerdo paritario es que se acordó el pase a planta”.
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En la misma línea, el Gobierno nacional anunció el Plan Integral de Regularización del Empleo Público, que permitirá el pase a planta permanente a 29 mil empleados públicos mediante concurso.
La pandemia modificó los hábitos de vida y el trabajo de gran parte de los argentinos. Son muchos los que perdieron su medio de sustento y que debieron apelar a un plan social o a la reconversión laboral, en medio de una crisis social y económica de las más graves de la historia del país.
