Por Armando Abel Freijo 

El Mutualismo Sindical representa un modelo de integración social y prestacional único dentro de las mutuales en general. Las mutuales sindicales deben ser un instrumento esencial que el propio sindicato utilice para mejorar y ampliar los servicios.

Es por ello que mutual y sindicato deben ser parte de los mismos objetivos, cualquier escisión que exista respecto a este principio dogmático solamente puede implicar  intereses de orden político sindical que pretender utilizar los elevados preceptos del mutualismo para disfrazar sus objetivos.

Puede que la relación entre Mutual y Sindicato sea de orden jurídico o político gremial; puede que la Mutual asocie solamente a trabajadores afiliados al Sindicato o quizás no y permita que generalice en los trabajadores encuadrados de un Convenio Colectivo de Trabajo. Puede que la relación sea de orden institucional, compartiendo la composición similar de los cuerpos orgánicos de gestión y fiscalización, puede también que compartan o compatibilicen infraestructura, recursos humanos o elementos de orden operativo.

En síntesis, es por demás sencillo vislumbrar cuando Mutual y sindicato responden a un mismo ámbito social y gremial.

Una vez definido el aspecto de relación de la Mutual con su gremio de base debemos entender la esencia misma de este tipo de Mutuales, cuya representatividad nace como un índice de genuinidad trascendente. Encontramos aquí uno de los motivos esenciales que del permanente reclamo del Mutualismo Sindical respecto a poder acceder de manera ágil y operativo por parte de cada sindicato con personería gremial para poder contar con su Mutual.

Este mismo perfil de genuinidad se profundiza cuando el Sindicato cuenta con su Obra Social, pues entonces la aparición de la Mutual genera una trilogía virtuosa para generar servicios complementarios cuya gran beneficiario es el trabajador y su familia.

A entender de quienes desarrollamos tareas en el ámbito del Mutualismo Sindical, la existencia de un Sindicato con aval de personería del Ministerio de Trabajo y con una Obra Social avalada por la Superintendencia de Servicios de Salud debería ser condición necesaria y suficiente, cumplida las formalidades del Instituto Nacional de Asociativismo y Económica Social, para dar nacimiento a la Mutual sectorial. Se evita además la proliferación de mutuales sin base de respaldo y cuyo objetivo es la generación de actividades a baja escala y por lo tanto ineficiente.

Promover el Mutualismo Sindical, la interrelación institucional, la unidad integrada de servicios –turismo y capacitación son un ejemplo emblemático–, la complementación prestaciona –los servicios de salud requieren este sistema–, los subsidios para gastos de sepelio y otros tantos servicios que deben ser de beneficio multiplicado para que el trabajador pueda realmente sentir el respaldo y no una mera colaboración.

A modo de un ejemplo claro y preciso de la posibilidad de utilización de estas herramientas institucionales, la Federación  de Mutuales Sindicales está llevando adelante un exitoso sistema de Capacitación Integrada para la Promoción del Empleo, primer proyecto de capacitación laboral que vincula al Movimiento Obrero Organizado con la Economía Social pues recibe su financiamiento desde el Instituto de Economía Social y Asociativismo, marcando un nuevo camino de gestión y eficiencia, optimizando recursos y garantizando una capacitación orientada a salidas laborales concretas que se integren al sector productivo nacional.

La Federación de Mutuales Sindicales de la República Argentina (FEMUSI) diseño este novedoso esquema de articulación con el objeto de –a partir de los docentes de los Centros de Formación Profesional de cada gremio– capacitar a desempleados para facilitar su acceso al primer empleo o a la reinserción laboral.

En esta primera etapa se está avanzando sobre una serie de actividades económicas sectoriales cuyos proyectos han sido aprobados y se encuentran en elaboración los diseños curriculares de otros encuadramientos convencionales.

Sabemos que es una tarea ardua, que el sentido común y la eficiencia no son instrumentos generalizados, pero continuaremos batallando para que podamos conseguir que cada gremio tenga su propia Mutual y pueda de esa manera separar lo necesario e integrar lo conveniente.

Seguramente los afiliados y sus familias estarán satisfechos.

(*)Presidente de RECYDES – Centro de Estudios para la Reconversión y el Desarrollo de las Instituciones. Coordinador Técnico de FEMUSI