Estado de alerta para los trabajadores de Cargill. Es que esta mañana 40 empleados no pudieron ingresar a trabajar a la planta ubicada en Alvear, tras enterarse de sorpresa que habían sido despedidos.

Sergio Díaz, miembro del Sindicato de Aceiteros contó a Conclusión que todo comenzó 10 días atrás cuando la firma empezó a ofrecer el retiro voluntario a un grupo de personas. Como nadie quiso aceptarlo, comenzaron las amenazas por parte de la multinacional.

“Cuando rechazaban el retiro, pasaban automáticamente a quedar desafectados”, apunta indignado. Ante esta situación, se produjo la intervención del sindicato que acordó con personal de Reursos Humanos a nivel nacional, no despedir a nadie. No obstante, una de las partes rompió lo pactado.

“En la reunión dijimos que si hacían la oferta del retiro y las dos partes estaban de acuerdo, estaba todo bárbaro, pero si el trabajador se negaba y empezaba a recibir amenazas ahí sí nos íbamos a oponer”, expresó Díaz y siguió: “Se comprometieron a que quien no lo quisiera no iba a ser despedido, pero hoy nos encontramos con esta noticia de que 40 comapañeros no pueden ingresar a la planta”.

Así las cosas, los trabajadores lazaron un paro por tiempo indeterminado hasta que intervenga el Ministerio de Trabajo y los 40 empleados despedidos sean reicorporados a sus puestos laborales.

“Faltaron a la palabra, rompieron todos los códigos y los compañeros fueron despedidos sin causa”, apuntó contra Cargill y en seguida señaló que “el objetivo de la empresa es debilitar al laburante en la lucha del salario mínimo vital y móvil y en las condiciones de trabajo”.

No es una cuestión de plata, Cargill el año pasado fue la exportadora de granos y aceites que más vendió en todo el país: superó a Bunge a Molinos, a Dreyfus, fue la que más vendió. Es para doblegar la unidad gremial”, consideró a modo de cierre.

Por su parte, Ariel Yofra delegado de aceiteros, dijo a Conclusión que «la empresa está envalentonada, el contexto político nacional lo favorece y se sienten con derecho a hacer lo que quieren. Pero estamos fuertes y vamos a dar pelea», sentenció.

En tanto Martín Rojas, otro de los delegados fue contundente: «Nos mintieron en la cara, dijeron que iban a hacer un plan de adecuación y esta mañana nos llevamos esta sorpresa».

En ese sentido, destacó que «aunque todavía no tuvimos contacto alguno con las autoridades de la empres, desde las 6 de la mañana que pasó esto, estamos dispuestos al diálogo porque queremos trabajar y que nuestros compañeros recuperen sus puestos de trabajo».

Por último, Eugenio Tesla de la comisión de aceiteros dijo a Conclusión que desde Cargill justificaron los despidos por una «supuesta reestructuración» pero «sabemos que no es cierto, sino que es parte del ajuste».

«No es una cuestión económica sino de disciplinamiento a los trabajadores y ellos ahora se sienten con poder para llevar adelante esta medida debido a la situación que se da en el plano nacional», finalizó.

Los telegramas comenzaron a llegar en el transcurso de la mañana y las plantas están paradas con todo el personal afuera.