Repartidores y docentes reemplazantes realizaron una manifestación frente al Ministerio de Trabajo de Santa Fe para reclamar asistencia del gobierno provincial ante la crisis. Los trabajadores de aplicaciones móviles también pidieron mejores condiciones laborales y denunciaron precarización.

«En este contexto de mayor crisis sanitaria y económica las empresas no se están haciendo cargo de los insumos básicos para nuestra salud. No dan alcohol en gel, barbijo ni licencia por enfermedad», contó a Conclusión Edgar Vergara, del colectivo de trabajadores precarizados y Rappi.

Los trabajadores de apps protestaron en el marco del cuarto paro internacional de repartidores. Según destacaron, en distintas ciudades del país se realizaron cortes y diversas acciones. Rosario no fue la excepción y contó con una concentración frente a la sede del Ministerio de Trabajo provincial.

«Desde que empezó la cuarentena venimos reclamando, porque los esenciales no tuvimos aislamiento y a la vez somos a quienes les faltan los derechos laborales», expresó Cuyen Perreta, otra de las repartidoras presentes, en declaraciones a Conclusión.

Y agregó: «Exigimos un IFE de 30.000 para que ninguna familia pase hambre. Las empresas se preocupan más por gastar en sus bolsillos que por ponernos ART y obra social».

Los repartidores no fueron los únicos que se concentraron frente al Ministerio, los docentes reemplazantes también se acercaron para visibilizar sus reclamos, que ya llevan largos meses de pandemia sin respuesta.

Maricel Perello, una de las docentes reemplazantes que manifestó este jueves señaló a Conclusión: «Hace seis meses que venimos reclamando para poder acceder al trabajo y la única respuesta que tuvimos del gobernador (Omar) Perotti es el veto a la ley que, aunque era insuficiente, daba una ayuda al sector».

«A su vez, el sindicato a nivel provincial que dirige Sonia Alesso nos entregó en paritaria. Se levantó de esa mesa sin nada para los reemplazantes», criticó.

Tamara Canizalez, una de sus compañeras reemplazantes, también dialogó con Conclusión e indicó que «la situación es crítica, no se aguanta más», ya que «ni siquiera» pudieron cobrar el IFE.