La cúpula de la CGT se reunió ayer con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros de Trabajo, Claudio Moroni, y de Salud, Carla Vizzotti, para analizar la situación de las obras sociales e insistir con la inyección de fondos para garantizar su funcionamiento.

El encuentro se dio en el marco de un almuerzo en la sede del gremio de Sanidad y contó con la presencia de los máximos referentes de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña, junto a Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN), Antonio Caló (UOM), Armando Cavalieri (Comercio), Jorge Sola (personal del seguro) y José Luis Lingieri (Obras Sanitarias).

Los fondos a los que hicieron referencia los dirigentes gremiales en la reunión son aquellos que el propio presidente Alberto Fernández se comprometió a contemplar. Aquel compromiso fue asumido a principios de mayo, cuando la cúpula de la CGT almorzó en Olivos con el mandatario nacional.

Se trata de una inyección de 11.400 millones de pesos del Tesoro nacional a las obras sociales sindicales para compensar el aumento en el costo de las prestaciones destinadas a sus afiliados con discapacidad.

Este punto es uno de los principales gastos que son desembolsados a través del Fondo Solidario de Redistribución (FSR) y el monto de la inyección de fondos está siendo analizado por el ministro de Economía Martín Guzmán.

El FSR es un fondo cuyo objetivo principal es el reintegro de dinero a las obras sociales por tratamientos complejos y costosos a través del Sistema Único de Reembolsos (SUR). Además, se encarga de subsidiar a las obras sociales más pobres para que puedan cumplir con el Programa Médico Obligatorio (PMO) que establece el Ministerio de Salud de la Nación. Su administración está a cargo de la Superintendencia de Servicios de Salud.

Justamente, aquel almuerzo en Olivos tuvo como uno de sus ejes el nombre del reemplazante del fallecido Eugenio Zanarini al frente de la Superintendencia de Servicios de Salud.  Ahí hubo dos nombres que tomaron protagonismo sobre la mesa. Por un lado, el de David Arauchan, el candidato que los gremios postularon. Por otro, el del sanjuanino Daniel López, hombre elegido por el Presidente para ocupar el puesto, que asumió horas después de aquella reunión entre el mandatario y los gremialistas.

Daniel Alejandro López, médico cirujano de 59 años, encabeza el listado de posibles superintendentes y tampoco disgusta a los referentes de la central obrera, ya que el candidato de Fernández tiene pasado en OSECAC (la obra social del sindicato de Comercio).

La sugerencia cegetista apuntaba sobre todo a evitar el arribo de una persona más cercana al kichnerismo a un puesto clave para el dialogo entre Gobierno y sindicatos. En algún momento hasta sonó el nombre de Liliana Korenfeld, que ya ocupó el cargo durante la segunda presidencia de Cristina Kirchner.

Sobre la chance de que funcionarios referenciados en el kirchnerismo desembarquen en la Superintendencia de Salud -que genera intranquilidad en la el gremialismo por versiones de una reforma del sistema de salud que buscaría ese sector político-  el secretario de Prensa de la CGT, Jorge Sola Sola dijo que en la última reunión con el Presidente se acordó «seguir el camino de la profundización del sistema de obras sociales».

Para despejar todas las dudas y ganar seguridad, los dirigentes gremiales volvieron a poner sobre la mesa el tema en la reunión de ayer. Los funcionarios nacionales les aseguraron que no habrá cambios en la estructura de la SSS frente al pedido de un sector del kichnerismo de ocupar puestos estratégicos.

Economía

El encuentro en la sede del gremio de Sanidad fue a agenda abierta. La inflación, la marcha del plan de vacunación y la situación de las obras sociales sindicales fueron los temas centrales.

«Lo volvimos a plantear el tema precios. Queremos un cara a cara (con los empresarios) porque los mas afectados son los sectores con ingresos fijos: jubilados, asalariados y los compañeros que tienen planes», sostuvo el cotitular de la CGT y anfitrión de la reunión, Héctor Daer.

«Nos dijeron que están en eso y lo tienen que ir instrumentando», agregó el gremialista al ser consultado sobre la respuesta de los funcionarios a ese pedido, mientras que consideró que «en materia de inflación, hay que darse una tarea muy grande en controlar precios que se forman en un determinado lugar».

Al respecto, dijo que hay que «seguir las cadenas de precios de algunos productos, por ejemplo los de la cadena básica», ya que «hay aumentos que generan un descalabro y que no tienen ninguna justificación en costos, en momentos en que el Estado está haciendo un esfuerzo grande generando ingresos en los sectores más vulnerables».

«No se puede retacear oferta para que la demanda termine generando aumentos de precios», señaló Daer.