El Ministerio de Trabajo dictó durante la tarde de este martes una nueva conciliación obligatoria, esta vez de cinco días de vigencia, por el conflicto salarial que lleva adelante el sindicato de la Sanidad. El gremio, entonces, convocó a un paro el 4 de agosto.

Por esa razón, la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Fatsa) no podrá realizar el paro en clínicas y sanatorios que había convocado para este jueves.

La cartera laboral dispuso: “Prorrogar a partir de las cero horas del 28 de julio de 2021, y por el término de 5 días, la conciliación obligatoria dictada el 30 de junio de 2021, impuesta a la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina y sus sindicatos adheridos, y las empresas”.

En tanto, el sindicato nacional avanza en un plan de lucha que desde hace semanas ante el fracaso de la negociación paritaria con las cámaras empresarias.

Ese plan de acción gremial no fue interrumpido durante la vigencia de los 15 días de conciliación obligatoria dictada por la cartera de Trabajo, que expiró el jueves último.

Por este motivo, Fatsa había anunciado un huelga nacional de 24 horas para el próximo jueves -la cual quedó suspendida- y se esperaba que sea acatada por los trabajadores de las empresas encuadradas en los convenios colectivos laborales 122/75, 108/75, 103/75, 107/75 y 459/06.

“La decisión ministerial es injusta e ilegítima. No se puede impedir la realización de medidas de fuerza, cuya única finalidad es lograr la actualización de los básicos del sector asistencial. El gremio negocia hace más de dos meses de buena fe y, los empresarios, se niegan a formular una propuesta”, indicó un documento sindical tras conocerse el anuncio de la cartera laboral.

Los gremialistas aseguraron que la resolución de la cartera laboral solo dilata “la solución del conflicto salarial”, por lo que ratificaron la huelga nacional para el 4 de agosto, que será acompañada por “una gran movilización en la ciudad de Buenos Aires”, afirmaron.

“Si los trabajadores pelean contra la pandemia de coronavirus pueden hacerlo en rechazo de la mezquindad de los empresarios. Gobierno y patrones deben prestar atención y asumir las responsabilidades. Cuando una injusticia social alcanza esta dimensión es porque no son reales las prioridades declamadas”, señaló Daer.

“Las escalas salariales de esos convenios colectivos de trabajo están vencidas y, luego de extensas negociaciones, no hubo acuerdo posible con el sector empresario, que se negó de forma sistemática a convenir los justos reclamos”, aseguró el gremio.

“Sin embargo, las negociaciones continúan estancadas, por lo que se impone la prosecución del plan de acción gremial para renovar esos convenios”, concluyeron West Ocampo y Daer, quienes ratificaron que “sin salarios dignos no hay salud posible”.