El frigorífico Arrebeaf, de la localidad de Pérez Millán, en las cercanías de Ramallo (provincia de Buenos Aires), inició acciones legales contra un grupo de trabajadores que realizaron una huelga durante febrero de este año, por lo que se les imputó el delito de «estafa» a los empleados.

Los trabajadores del frigorífico Arrebeef realizaron una medida de fuerza por reclamos laborales. Entonces, el titular del establecimiento decidió cerrar dejando a unas mil personas sin su fuente de trabajo.

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La medida de fuerza involucró a los mil empleados del frigorífico que tiene una capacidad de producción de 30 mil animales por mes de los cuales exporta el 90 por ciento.

Tras el conflicto, la fábrica reabrió pero los empresarios impulsaron una acción penal contra los representantes de los trabajadores.

Así la fiscal Verónica Marcantonio de San Nicolás los imputó por cuatro delitos de diversa índole que se tramitan en el Juzgado de Garantías n° 2 de esa localidad. Ya que para la empresa, la afectación económica que resultó de la huelga equivale a la estafa que un socio de una empresa pudiera ejercer sobre otro.

El abogado que representa a los trabajadores, Juan Manuel Combi, explicó que “a los trabajadores se los imputa por compulsión a la huelga y por el delito de estafa como si hubieran cometido un fraude comercial. Nunca puede haber una estafa en una huelga”.