El Ministerio de Trabajo analiza aplicar la conciliación obligatoria para destrabar el paro de choferes de colectivos de la empresa DOTA a raíz del despido de un delegado, y que generó que un grupo de disidentes a la conducción de Roberto Fernández ocupara violentamente ayer la sede sindical por varias horas.

Se aguarda que los funcionarios de la cartera laboral dispongan el dictado de la medida «para bajar los decibeles» de una confrontación intersindical, acicateada por el despido de un trabajador con fueros gremiales.

Por otra parte, trascendió que funcionarios del Ministerio de Transporte están conversando con los directivos de la empresa DOTA para intentar destrabar el conflicto.

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Tras este despido, un ex dirigente de UTA, Miguel Bustunduy, convocó a un paro de varias líneas de colectivos de la empresa, lo que luego culminó con una violenta ocupación de la sede de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que dejó un saldo de ocho heridos.

Quienes concurrieron a la sede gremial de Moreno al 3000 se enfrentaron con quienes apoyan a la conducción del sindicato a golpes con elementos cortantes y de fuego, lo que provocó ocho heridos, seis de los cuales fueron están internados en el Hospital Ramos Mejía y, otro en el Penna, en tanto el restante habría recibido un disparo de bala.

El propio Fernández admitió que convocó a las fuerzas policiales para que ingresen al edificio, y que debió refugiarse en los techos de la sede nacional que posteriormente fue desalojada, cerca de las 23.

Los hechos de violencia se producen en momentos en que existe una dura discusión entre los gremios del transporte por las designaciones oficiales en esa cartera de Estado.