El presidente de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (Faipa), Miguel Di Betta, declaró al diario BAE Negocios en el día de ayer que «desde que se inició la cuarentena, las ventas se derrumbaron entre 30% y 40%» y agregó además, que «se ha empezado a suspender gente», sin reparo en el daño que produce en las familias trabajadoras la amenaza por la pérdida del empleo en un contexto desolador.

Desde la Federación Argentina Unión Personal Panaderías y Afines (FAUPPA) sacaron un comunicado en el que apelan «a un estado de consciencia comunitario en el que se considere la evaluación de la difícil situación que atraviesa el mundo y en especial a los sectores más vulnerables, como nuestros trabajadores».

Por otra parte, contra argumentan que, así como es verdad que están bajando las ventas, también es cierto que «el Gobierno Nacional ha anunciado medidas de apoyo a las PyMES para el pago parcial de los salarios y una reducción en las cargas patronales».

Así mismo, aseguran que pondrán un medio de comunicación especial para recibir reclamos de los trabajadores y poder asegurarles el respaldo del gremio.