Diez árbitros, varios de ellos de Primera División, son investigados por la Administración Federal de Impuestos Públicos (AFIP) y, de comprobarse que no pueden justificar su situación patrimonial, serán suspendidos por la AFA hasta que regularicen su situación.

Dos fuentes de la AFIP informaron que hay diez referís son investigados por la Aministración Federal de Impuestos Públicos(AFIP) por ese motivo ambos gremios buscan reunirse con Ricardo Echegaray para saber de su boca quiénes son las personas en cuestión, cuyas identidades no trascendieron.

Guillermo Marconi y Federico Beligoy, referentes del SADRA y las Asociación Argentina de Arbitros (AAA), tenían previsto juntarse con el administrador federal este martes pero la cita fue cancelada y todavía no hay una nueva fecha.

Según trascendió, entre los árbitros que están bajo la lupa hay varios que suelen competir en Primera División y también otros que son jueces de línea.

Una vez que Echegaray le informe a Marconi y Beligoy quiénes son los involucrados la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), tal como se estableció a fines del mes pasado, dispondrá que ellos no dirijan partidos oficiales hasta que regularicen su situación.

Esta decisión fue tomada luego de una reunión que mantuvo el 29 de junio el presidente de la AFA, Luis Segura, con el propio Echegaray y los primeros damnificados fueron Pablo Lunati, Diego

Ceballos y el asistente Javier Uziga, quienes no participaron en la décimo sexta fecha y tampoco lo harán en la décimo séptima del torneo «Julio Humberto Grondona».

Si bien AFIP no le comunicó oficialmente a la AFA la situación de estos diez árbitros, desde Viamonte le informaron que si se confirman las irregularidades se subirán referís que habitualmente se desempeñan en la B Nacional para que conduzcan partidos de Primera División.

El ente recaudador viene investigando desde hace más de dos años a Lunati, quien es acusado de evasión y lavado de dinero y hasta se lo acusa de tener una sociedad en Miami no declarada con el nombre «Todo Pasa», algo que fue negado rotundamente por el propio implicado