Desde la Federación Internacional de Asociaciones de Apicultores (Apimondia), lanzaron una advertencia global por el crecimiento del “fraude y falsificación de miel” como uno de los flagelos más graves que padece la apicultura actualmente, que incluso pone en riesgo la continuidad de la actividad.

A través de una declaración de un comité de expertos de la entidad, afirmaron que “se ha creado una situación en la que las cantidades ofrecidas de pseudo-miel son prácticamente ilimitadas, con precios que parecen no tener piso”.

En esa línea, el documento, que contó con participación de dos argentinos (Enrique Bedascarrasbure, del Inta y la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, y Norberto García, de la Universidad Nacional del Sur), resaltó que la problemática escala a tal nivel que pone a los apicultores como “especie en peligro de extinción”.

Allí se asevera que “el fraude de la miel es un acto criminal e intencional comprometido a obtener una ganancia económica injusta manipulando miel y vendiendo un producto que no cumple con los estándares aceptados globalmente para la miel”, a la vez que aclara que si bien “la miel ha sido objeto de fraude durante mucho tiempo, las condiciones para el fraude de la miel nunca antes habían sido tan propicias” como hoy en día.

A la hora de rastrear los motivos, los expertos de Apimondia esgrimieron: “La demanda mundial de miel parece estar creciendo a un ritmo más rápido que la producción mundial del producto puro”, y entonces “existe la oportunidad de obtener grandes ganancias a través del fraude”.

A esto se suma que “el método oficial, EA-IRMS (AOAC 998.12), no puede detectar los modos actuales de adulteración de la miel con azúcares tipo C3 dejando el mercado expuesto a un método de detección desactualizado e inapropiado”, añadieron.

Por último, el comité señaló algunas de las consecuencias palpables en el mercado internacional, en el cual Europa o Estados Unidos son grandes consumidores y Argentina es una jugadora importante.

A saber:

  • Presión a la baja en los precios del producto en estado de pureza, a causa de la sobreoferta;
  • La desmotivación para producir y exportar miel en países tradicionalmente comercializadores, que ya reportan bajas considerables en los volúmenes de exportación en el pasado reciente;
  • El surgimiento de otros países exportadores, que a su vez exportan lo que importan a bajo precio, directamente o en mezclas, forma de producción local.

Por último, desde Apimondia pusieron de relieve la relevancia de la miel a nivel mundial. «Para comprender mejor la magnitud del problema, debemos recordar que la miel es el producto más conocido de las abejas, pero seguramente no es el más importante. La abeja, a través de su trabajo de polinización, es esencial para el mantenimiento de la biodiversidad del planeta, y absolutamente necesario para la polinización de cultivos, que representan el 35% de todos nuestros alimentos”, cerraron.