Por Edgardo Bozikovic / Analía Provensal

El coronavirus irrumpió en nuestras vidas. Alteró de modo intenso lo que considerábamos la normalidad. La misma, que a poco de ser analizada nos confronta con profundas diferencias, de índole económica, social, cultural, política, que la sociedad no siempre pone en discusión y que la pandemia hizo visible. Tan es así, que el Estado debió asistir de modo urgente, a aquellos sectores informales, que son fundamentales en la economía cotidiana, que realizan tareas que no están registradas a diferencia de aquellos que reciben en forma periódica un salario.

El detenimiento de la economía, la imposibilidad de encuentros sociales, puso en crisis el funcionamiento de los distintos rubros, como turismo, gastronomía, comercios, la industria textil, por mencionar a los más visibles, aunque cada una de la PyMes se vieron confrontadas ante el fenómeno sanitario.

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La mirada retrospectiva nos permite dimensionar al Estado. Que no tenía el control del virus y menos aún la producción de vacunas. El dique biológico más los cuidados individuales y colectivos, eran fundamentales, mientras se lograba organizar la logística que derivara en los más de cuarenta millones de dosis colocadas en argentina hasta la actualidad.

Palabras como protocolo, pandemia, epidemia, cuarentena, anticuerpos, saturación, contagios, distanciamiento y aislamiento social, barbijos, mascarillas, heterólogo y otras tantas, se sumaron –aunque son parte de nuestra lengua- a las redes, los medios de comunicación, los diarios y nosotros mismos. A todo lo mencionado habrá que sumarle la infodemia, el juego perverso de medios concentrados, que juegan un rol mezquino, que contrasta con la gravedad de la pandemia, que es insensible ante tanto dolor por aquellos que perdieron la vida, los que padecen internaciones prolongadas, por los familiares de los mismos y es fundamental poner de relieve al personal de salud que ha trabajado sin descanso, muchas horas y todos los días.

 

Otro aprendizaje está relacionado, a la ciencia argentina que tomo protagonismo, pudimos conocer sus rostros, su trabajo y dimensionar el nivel de formación de los investigadores argentinos. El país fabrica vacunas, hecho inédito en la región y se encuentra entre los más importantes del mundo en esa especialidad.

En el vacunatorio (Predio ex rural) trabajan cuatrocientas personas a ello hay que sumarle los vacunadores y vacunadoras. Según lo dispuesto por el Ministerio de Salud de la provincia, en la actualidad se inoculan 11.500 personas x día, en 50 puestos habilitados en tres grandes galpones. Además, 20.000 santafesinos fueron vacunados en sus domicilios, personas que por distintas razones no se habían anotado en la página, por no saber operar un dispositivo, por no poseerlo, sin servicio de internet u otras múltiples razones. Si tenés dudas sobre síntomas de Covid llama al 0800555 6549.

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Conducción: Edgardo Bozikovic- Analía Provensal

Cámara y Edición: Hernán Cabrera.

Asistente: Mara Bozikovic