Argentina lidera la escolarización primaria y secundaria con más de 11 años en promedio frente a una media de 9,5 de enseñanza en la región, pero profundizó la deserción en el nivel medio en varones y jóvenes con carencias socioeconómicas y habitacionales.

Así lo reveló hoy el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) en el área Educación.

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El informe de la UCA denominado «La educación de los argentinos en clave de recursos y estructuras de oportunidades», señaló que cerca de seis de cada 10 varones de estratos urbanos bajos no finalizó la escuela media, mientras cuatro de 10 mujeres no la completó, lo que «profundizó la brecha de género».

En el bienio 2017-2018, el 28,3% de los jóvenes de 20 a 29 años de la Argentina urbana no había completado la escuela secundaria, según el Observatorio de la UCA, que tomó los últimos 50 años y poblaciones de primera infancia hasta los 59 años de edad de la Capital Federal y conurbano bonaerense.

El informe será presentado este miércoles a las 18 en la sede de la UCA ubicada en Alicia Moreau de Justo 1400, de esta ciudad, en un acto que encabezarán el rector, Miguel Schiavone, Ianina Tuñon, por el Observatorio, y los pedagogos Guillermo Jaim Etcheverry, Silvina Gvirtz, Emilio Tenti Fanfani y Gabriela Azar.

Entre las causas del abandono de la escuela media, mayormente entre los varones, la investigación apuntó a la «temprana inserción en el mercado laboral, mayormente en contextos de bajos ingresos», la «sobreedad» y «paternidades«, en este último caso quienes son padres, según la condición socioeconómica y cultural, no completan el secundario en un promedio que va del 30 al 60 por ciento.

Otros condicionantes del abandono del nivel medio, que señaló el informe de la UCA, se centran en «el origen cultural y socio ambiental» de los jóvenes, si viven en lugares cercanos a ofertas educativas, si residen en hogares con hacinamiento, si fueron estimulados de niños, el nivel educativo de los padres y el acompañamiento a los hijos y el apoyo social estructural.

El 62,2 por ciento de los jóvenes «no concluyó la escuela secundaria frente al 24 por ciento que vive en hogares sin hacinamiento», añadió el informe, que destacó que «sin dudas, tanto la segregación residencial como el hacinamiento están estrechamente ligados con la pobreza por ingresos».

El país, líder en la región

Por otra parte, Argentina se situó por encima del promedio regional, con 11,2 años de escolaridad frente a una media latinoamericana de 9,5 años, destacó la investigación, que agregó que «se observa una mejora del máximo nivel educativo alcanzado en personas de 18 a 59 años durante más de cuatro décadas (1974- 2018), mientras que en 1974 casi ocho de cada 10 personas tenía un nivel de secundaria incompleta o menos y en 2018 sólo «cuatro de cada 10».

No obstante, el crecimiento en Argentina se tornó lento respecto a las restantes naciones latinoamericanas que pasaron de 42,8 a 60,3 por ciento -un incremento de 17,5- como Chile, del 73,9 al 86,4 por ciento, o Perú, del 66 al 82,9.

En tanto, la escolaridad argentina apenas incrementó de «62,7 a 68 por ciento», un crecimiento del 5,3 por ciento.

El tipo de configuración familiar monoparental o no, el tipo de núcleo familiar extensa o no extensa y el tamaño del hogar, también condicionan los trayectos educativos.

La disponibilidad de capital cultural de las familiar es clave, ya que «los niños que no cuentan con una biblioteca experimentan un déficit educativo del 52,8 por ciento».

Resaltó el estudio que «el comportamiento lector de las infancias constituye un factor diferencial sobre la propensión al déficit» y remarcó que «60,7 por ciento de los niños que no suele leer textos impresos, entre ellos libros, revistas, diarios, tiene déficit, y sólo 34,7% de los que tiene dicho hábito lo experimenta».