En noviembre de 1810, durante los albores del proceso de consolidación de la Nación argentina y a pocos meses de instaurado el primer gobierno patrio, el general Manuel Belgrano fundó la ciudad de Curuzú Cuatiá.

El abogado y militar se desempeñaba como vocal de la Junta Provisional en Buenos Aires y fue puesto a cargo de la expedición militar destinada a obtener la adhesión de la autoridad colonial que correspondía al territorio de Paraguay operando desde la sede de Asunción.

Con el grado de General en Jefe, y animado por su vocación de servicio a la causa de la independencia pese a su formación de bachiller en leyes otorgada por la Universidad de Valladolid, Manuel Belgrano llegó a esa localidad correntina y fijó los límites del ejido, delineó la traza de de sus calles, de sus edificios y demarcó parcelas, entre otros dispositivos urbanos.

Por esos tiempos, y en medio de un serio problema de jurisdicción entre los Cabildos de Corrientes y Yapeyú, el creador de la bandera también resolvió dicha situación al adjudicarle al primero de ellos la potestad sobre la nueva ciudad creada por decreto el 16 de noviembre de ese año.

Vale recordar que por entonces, el cabildo de Yapeyú estaba constituido como el último fuerte de los españoles en la línea de defensa constituida para contener el avance del imperio portugués.

En tal sentido, desde el Instituto Belgraniano de Rosario recomiendan la lectura del trabajo del licenciado Juan Pablo Bello que se refiere a ese hecho histórico, material que quien así lo desee, puede encontrarlo en la Caja de Seguridad Social de Abogados y Procuradores, Montevideo 2080 2º piso, que es la sede provisional en la que funciona el Instituto hasta que terminen las reparaciones en el Monumento a la Bandera y donde se reúnen los primeros sábados de cada mes.

Como alternativa, los interesados también podrán comunicarse a través del correo electrónico de su presidente, Patricio Lara, [email protected]