Todas las semanas se emite por el canal de Youtube de Conclusión un ciclo que buscará acercar la realidad, para poder interpelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, abordará diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.
En este capítulo el sociólogo Miguel Ángel Forte analizó en profundidad un fenómeno que capta el interés de las mayorías convirtiéndose en un verdadero fenómeno de masas. El fútbol, el deporte más popular del mundo que ha trascendido el juego, para convertirse en un fenómeno político, económico, cultural, solidario y educativo, un lazo identitario que derriba los muros fronterizos con el rodar incesante de una pelota.
“Como dice Jorge Valdano, el fútbol es volver a la niñez. Es parte de nuestra identidad, tu identidad política, tu identidad futbolística que tiene que ver con tu barrio, tu origen y tu padre que te llevaba a la cancha. Todos esos recuerdos tan fuertes vienen y desembarcan en estas instancias. Lo que no debemos perder de vista, es al fútbol como tal, ya que, si uno lo empieza a entrecruzar con todo, se pierde la esencia del fenómeno que tiene la enorme capacidad de crear lazo social”, indicó el sociólogo.
La pasión que suscita el balón entre los ciudadanos, ha despertado el interés de muchos artistas por captar lo que este fenómeno difícilmente explicable representa. Cine, literatura, escultura, pintura, teatro o música, han rendido tributo al fútbol. La filosofía también se ha fijado en el balón dando lugar a nueva disciplina (la futbolsofía), que busca reflexionar y encontrar respuestas a las grandes preguntas a través del fútbol.
¿Quién no ha pateado una pelota de pibe? Esa compañera infaltable en cada cita donde la grupalidad pide a gritos un picado de lo mas diverso. El futbol y una entretela tan atractiva como el juego mismo, un folclore riquísimo plagado de personajes singulares y hechos curiosos. El futbol convive con nosotros, no es otra cosa que la identidad misma de un pueblo concentrada en un pique corto, un amague, un desborde o un cruce a los pies de quién intenta dejarnos atrás.
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Sobre la fiebre que genera el mundial, Forte sostuvo que “esta pertenencia colectiva, aunque sea circunstancial y momentánea, existe como tal. Terminas de ganar y salís a festejar en la esquina mas cercana, todo eso que hacemos, tiene que ver con el espacio de las fiestas, las ceremonias, el espacio del rito y allí podríamos realizar una lectura sociológica y antropológica, esto está en la condición humana, no es algo que uno podría arrancarse de la misma existencia humana”.
El gran Dante Panzeri lo definiría como la “dinámica de lo impensado”; como así también no dudaría en sostener que el error del fútbol fue haberse vestido de frac, cuando el futbol es hijo de la miseria. En definitiva, el futbol está en cada uno de nosotros, en esa marea popular imposible de aquietar y erradicar pese a la insistencia de la policía de la moral y la desmemoria. Por último, Migue Ángel Forte dejó acercó una esclarecedora reflexión, “la pasión por el fútbol es parte de la condición humana, la suspensión de lo cotidiano para ingresar a espacios festivos y rituales, es parte inexorable de la condición humana”.
