Todas las semanas se emite por el canal de Youtube de Conclusión un ciclo que buscará acercar la realidad, para poder interpelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, abordará diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.

En este capítulo, Gisela Gentile y Alejandro Maidana dialogaron con la abogada Candela De Marchi para poder acercar herramientas que ayuden a comprender el fenómeno del lawfare.

 

En definitiva, el lawfare no es otra cosa que la manipulación selectiva del sistema penal para buscar la muerte política y jurídica de dirigentes populares y salvar de esa misma muerte política y jurídica, a dirigentes funcionales al poder económico, aun cuando sí hayan cometido delitos. Los verdugos son cuatro viejos poderes: el judicial, el mediático, el corporativo y el internacional. Estos cuatro poderes son también los que archivan causas y las esconden de la opinión pública para salvar a los dirigentes funcionales al poder real.

El caso de lawfare por excelencia es lo que vimos con Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil. Se abusó del derecho penal, del derecho procesal penal y de los medios de comunicación y las redes sociales para adjudicarle un delito, desacreditar su imagen pública y su carrera política, inhabilitarlo jurídicamente para participar en política e incluso privarlo de su libertad física.

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Con la reciente persecución judicial a Cristina Fernández de Kirchner en la Causa Vialidad, que se iniciaría como reza el manual, primero con la sobredosis de información falaz en los medios dominantes (fake news) y que seguiría con los alegatos del fiscal Diego Luciani, el lawfare en Argentina, comenzaría a escribir un nuevo capítulo. La democracia y las instituciones corren un riesgo severo, por ello el debate y la complejización de la discusión sobre lo que algunos denominan Plan Cóndor 2.0, debe extenderse a lo largo y ancho de Latinoamérica.

«Si bien el lawfare es una persecución judicial, en Latinoamérica tiene la particularidad de que el mismo se fortalece a través de los medios masivos de comunicación. Acá debemos destacar que desde la prensa se participa amplificando noticias falsas, y dándole lugar a las denuncias que provienen de la operación judicial. El rol de los medios no es para nada menor, ya que es el que instala la figura de un mal responsable de todos los males, en la actualidad es Cristina quién viene siendo el blanco y la enemiga a destruir. No podemos olvidar lo que hicieron con Héctor Timerman, a quién no le permitieron continuar con su tratamiento esencial para su salud fuera del país, pero no de Pepín Rodríguez Simón no dicen absilutamente nada», indicó Candela De Marchi.

La guerra jurídica no solo tiene como objetivo el aniquilamiento del adversario político, también oficia de dique de contención para aquellos que necesitan desviar la atención para así poder maquillar su prontuario. «Esto es muy claro, cuantas veces escuchamos de los procesos y causas de Mauricio Macri, lo que se busca a través de las insistentes operaciones de prensa, es poner una figura por sobre la otra, desbalancear la contienda. La reforma judicial es un necesidad, pero no solo porque hoy Cristina está siendo perseguida, sino porque todos y todas necesitamos de un juicio justo con goce de las garantías constitucionales que nos compete».