Todas las semanas, se emite por Conclusión un ciclo que buscará acercar la realidad, para poder intepelarla profundamente. Es por ello que Catalejo a lo largo de treinta minutos, abordará diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.

En este nuevo capítulo, en el programa se hace una profundización sobre el emergente político que basa su anclaje discursivo en la palabra “libertad”. Con la figura de Javier Milei como ariete discursivo, esta incipiente construcción política se muestra crítica de la casta política, y de la tutela del estado. Sin embargo, su plataforma tiene anclaje en viscerales discursos de odio que esgrimen por ejemplo, la bandera del negacionismo de la última dictadura.

¿Libertarios o fascistas? El filósofo Rocco Carbone no duda en definirlos por este último, ya que habiendo investigado sobre esta doctrina, llega a esa conclusión. “Tanto en la Argentina como en gran parte de Europa, se está manifestando algo que en lo particular no me gusta calificarlo como <neofascismo>, ya que considero pertinente llamarlo fascismo. El devenir de esa identidad esta contrabandeada por un discurso capcioso que se concentra en la palabra <libertarios>, si bien son fuerzas incipientes del tipo fascista”, sostuvo el investigador.

Carbones considera que no es el único en haber identificado esa emergencia, ya que indicó que cuando se celebró el día de la democracia y los DDHH, las Madres de Plaza de Mayo pusieron énfasis en esto, y no fue casual. “Días atrás en el Congreso de la Nación, en el corazón del poder legislativo de la República Argentina, juraron unos cuantos libertarios, entre ellas Victoria Villarruel, quién juró por las víctimas del terrorismo. El fascismo es negacionista, negacionista del exterminio, negacionista de los 30 mil desaparecidos y de ese aparato, de ese dispositivo que es el campo de concentración. Detrás de Milei, Villarruel y Maslatón, está el negacionsimo al exterminio”.