Todas las semanas se emite por Conclusión un ciclo que buscará acercar la realidad, para poder intepelarla profundamente. Es por ello que Catalejo a lo largo de treinta minutos, abordará diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.

En esta oportunidad, un diálogo con Xavier «Pampa» Aguirreal y Carlos Totaro, integrantes de la Cooperativa Liberté que funciona dentro de la cárcel de Batán. Una organización emancipadora, un camino resiliente que tiene como fin último, recuperar los derechos cercenados por un sistema carcelario deshumanizante.


“Construir esperanza en el mismo infierno” es el lema de una cooperativa que nació en el encierro y busca expandir sus sueños de libertad. Almacén, carpintería, rotisería, una huerta con un invernáculo del INTA, producción orgánica sin agrotóxicos, apicultura e incluso una diplomatura en “Autogestión en contextos de encierro” forman la cartera de ofertas de una organización que busca trascender los muros carcelarios.

Liberté está compuesto por 81 voluntarios y voluntarias, de los que 20 son socios fundadores, había nacido hace más de siete años con sólo dos personas. “Esto arranca con la autogestión, que es el camino previo al cooperativismo al menos dentro de la cárcel o el infierno, que son las dos palabras que utilizo. Comenzamos con la autogestión para darle una respuesta a las cosas que el estado no resuelve, por ejemplo, la vestimenta, una comida que sea comible, pero siempre persiguiendo la dignidad y los derechos humanos”, sostuvo Xavier Aguirreal.

Sobre las preguntas que pueden surgir en torno al porqué están interesados en perseguir dignidad y derechos humanos, indicó que “son muchos los que se preguntan para que quieren un par de zapatillas, un pantalón, si están cumpliendo un castigo por cometer un delito. Desde Liberté tenemos la certeza que, si hiciéramos una encuesta en cualquier plaza del país, y le preguntásemos a las personas que significa la cárcel para ellos, no tenemos dudas que responderían, para castigo. Pero ¿por qué se preguntarían eso? No creemos que sea por maldad, si por desconocimiento o por el hecho de repetir lo que dicen los medios de comunicación, lo que sostienen las mayorías. Ahora cuando le contas que la constitución nacional no sostiene que deber ser un lugar de castigo, y que maltratar a un preso los empuja a cometer otro delito, sumado a que quienes están privados de libertad deben recuperar la libertar con plenos derechos para volver a ser un vecino y no un peligro, la cosa cambia de color”.

Con respecto a los beneficios de la cooperativa, Carlos Totaro indicó que “las tareas en Liberté son múltiples, contamos con una carpintería, una herrería, huerta orgánica sin agrotóxicos y un apiario de 20 colmenas. También contamos con un lugar de integración que tiene una cancha de fútbol, allí hacemos la integración de todos los compañeros que van ingresando. Nosotros tenemos la política de abrirles las puertas a todos los pabellones, no solo a aquellos que integran Liberté, tenemos distintos talleres, acompañamientos en adicciones, terapias de salud mental y cursos de educación para la paz entre muchas otras”.