Todas las semanas se emite por Conclusión un ciclo que buscará acercar la realidad para poder intepelarla profundamente. Es por ello que Catalejo a lo largo de treinta minutos, abordará diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.

En esta oportunidad contamos con la participación de Facundo Casela y Nicolás Olalla, quiénes brindaron detalles sobre un estudio ambiental que arrojó un resultado pavoroso. En Lobos, los químicos encontrados en cantidades exorbitantes, han generado una señal de alarma superlativa, ya que hablamos tanto de la Atrazina, como del 2,4 D y el glifosato, son considerados disruptores endocrinos, o sea, pueden provocar enfermedades de la glándula tiroides y de otras glándulas del sistema endócrino. Sumado a estos químicos, otras sustancias encontradas son probables causantes de cáncer en humanos.

Lamentablemente los resultados obtenidos son alarmantes, ya que encontramos plaguicidas en todas las muestras de la zona urbana y rural de Lobos. En el agua corriente, en el suelo de jardines de infantes y plazas, en el aire, en el agua de lluvia, en los cursos de agua y en nuestra laguna. Esta investigación demuestra que en Lobos la agricultura industrial, que dependen de insumos químicos y de semillas modificadas genéticamente, acorrala la vida en todas sus formas”, indicaron.