La trágica muerte de Milagros Soto, de tan sólo 12 años, en Capitán Bermúdez, ha generado dolor y estupor por partes iguales. Si bien la investigación aún está en una etapa preliminar y nada está dicho, la principal hipótesis apunta a un desafío surgido en la red social Tik-Tok, llamado «blackout challenge», el cual consiste en  grabarse aguantando la respiración el máximo tiempo posible hasta el desmayo para luego contar públicamente la experiencia.

Según relató una tía de la nena en Radio 2, Milagros habría recibido un enlace con el link del desafío, el cual habría quedado grabado en una videollamada grupal. El informe preliminar de la autopsia estableció que la causa de muerte fue asfixia mecánica por ahorcamiento, y hay una investigación que el Ministerio Público de la Acusación lleva adelante. 

Entre tanto, la conmoción generada en la sociedad ha dado lugar a un sin fin de preguntas sin respuestas y, en busca de un espacio de reflexión, Conclusión dialogó con Arístides Álvarez, titular de la ONG «Si nos reímos, nos reímos todos» que desde hace años concientiza y combate el bullying y el ciberacoso.

«Acá lo importante es una comunicación abierta que tengamos los adultos responsables con nuestros hijos para que ellos nos puedan contar sin temor y sin vergüenza que hay alguien que le pidió que haga algo y ellos tienen duda de hacerlo», consideró Álvarez durante la entrevista. «No podemos decir ya le configuré a mi hija y me quedo tranquilo».

En ese sentido, apuntó también en la importancia de tener en cuenta «que los adultos responsables debemos ubicarnos en nuestro lugar». «Esto quiere decir poner normas y límites. Los amigos no ponen límites. No somos amigos de nuestros hijos. Los limites pueden ser las herramientas de control parental, tantas horas de uso, antes de instalar algo tener un código para autentificarlo. Sobre todo, la confianza de sentarte a hablar».

Álvarez señaló que del lado de los chicos a veces hay un «exceso de confianza». «También tiene que ver con esto de tener más likes, que te hace mas conocido o mas famoso. Neurológicamente los likes te generan dopamina, la hormona del placer. Por otro lado, las redes sociales generan violencia. Hay que controlar estas emociones, pero las redes sociales ocupan un lugar importante en nuestra vida. Usamos un tercio del día en el celular».

Es por ello que también recomendó que los adultos conozcan las herramientas tecnológicas sin negarlas nunca. «Si uno prohíbe es peor, solo se genera rebeldía».