Este martes fueron condenados tres médicos del Instituto Privado de Pediatría (IPP) por su participación en el robo de bebés mellizos, una niña y un niño, hijos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela en épocas de la última dictadura cívico militar que sufrió el país.

Alberto Torrealday, David Vainstub y Jorge Rossi recibieron penas de nueve (en el caso del primero) y seis años (para los dos restantes), a raíz de los crímenes de lesa humanidad que cometieron.

En el caso más emblemático, la hija de Negro y Valenzuela fue dada en adopción y su identidad restituida en 2008, mientras que el hijo, que hoy tendrá 40 años, sigue desaparecido.

Según contó en su momento el sitio de las Abuelas de Plaza de Mayo, Raquel nació el 26 de abril de 1949 en la ciudad de Santa Fe. Su familia la llamaba “Coca” y sus amigos “La Muda”. Tuvo a su primer hijo, Sebastián, junto a Marcelino Álvarez, desaparecido a fines de 1976. Tulio nació en la ciudad de San Juan el 21 de mayo de 1945. Formó pareja con Alcira Fidalgo, secuestrada y desaparecida el 4 de diciembre de 1977 en la ciudad de Buenos Aires. Tiempo después, conoció a Norma Espinosa, con quien tuvo a su primer hijo, Matías Nicolás, nacido en 1976.

Raquel militó en la JP, en el MVP, en la Agrupación Evita y en las FAR. Tulio militó en la Juventud del Partido Bloquista de San Juan y en la organización ARP en la Facultad de Derecho. Luego, ambos militaron en la organización Montoneros. Sus compañeros la llamaban “María” y a él “Tucho” o “Marcos”.

Raquel y Tulio se conocieron en Rosario, formaron pareja y por un tiempo vivieron en Brasil. Regresaron en enero de 1978 a Mar del Plata, donde fueron secuestrados el 2 de enero, Tulio y Sebastián en la “Tienda Los Gallegos”, Raquel -embarazada de siete meses de mellizos- en la esquina de Luro y Catamarca, a dos cuadras de la tienda. Fueron llevados al CCD “Quinta de Funes”. Allí, se organizó un operativo en el que Tulio fue obligado a salir clandestinamente del país junto a represores con el fin de concretar un operativo de secuestro de dirigentes políticos en el exterior. La pareja simuló aceptar el plan, negociando la restitución de Sebastián a su familia materna.

Tulio salió del país con los represores y una vez que pisó suelo mexicano, se fugó y denunció los crímenes de la dictadura en Argentina. Permaneció en México y el 25 de mayo de 1978 estableció el último contacto con su familia. Si bien se sabe que ingresó al país en el marco de la contraofensiva, no hay exactitud acerca de las circunstancias de su secuestro. De Raquel se supo que a principios de marzo de 1978 dio a luz una niña y un niño en el Hospital Militar de Paraná. Ambos bebés permanecieron internados en la unidad de terapia intensiva de dicho hospital, y luego fueron llevados al Instituto Médico de Pediatría, donde ingresaron a la niña como “Soledad López” y al niño como “NN López”. Las Fuerzas de Seguridad abandonaron a la pequeña en la puerta de un convento y fue dada en adopción a la familia Gullino. Esta información pudo obtenerse a partir de una causa iniciada en mayo de 2005 en el Juzgado Federal N° 1 de la ciudad de Paraná, a partir de una denuncia realizada por el coordinador del Registro Único de la Verdad, Guillermo “Mencho” Germano. En la causa también se presentaron como querellantes, Sebastián Álvarez, Abuelas de Plaza de Mayo y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Paralelamente, a fines de noviembre de 2008, una joven que dudaba de su identidad se presentó en la filial de Abuelas de Rosario. A los pocos días de su entrevista la joven recibió una citación de la jueza que ordenaba la pericia genética dando intervención a la CONADI en el caso. El 23 de diciembre de 2008, la jueza informó a la joven que los resultados confirmaban que era hija de Raquel y Tulio.

Raquel, Tulio y el hermano mellizo de Sabrina siguen desaparecidos.