Los incendios forestales en las provincias de La Pampa y Mendoza, que quemaron más de 200.000 hectáreas, se encuentran «controlados», aseguraron hoy autoridades del Ministerio de Seguridad de la Nación y aclararon que algunos focos podrían continuar activos debido a la sequedad de los suelos y tormentas eléctricas.

«La parte más virulenta de los incendios fue hace dos días, ahora están bastante controlados», aseguró hoy a Télam el subsecretario de Operaciones de Protección Civil, Daniel Russo, al referirse a la situación en ambas provincias, que podría afectar también el bosque andino patagónico en los próximos días.

En Mendoza combaten el último foco que desde hace más de una semana castiga a campos en General Alvear y San Rafael, en el sur de la provincia, agravado por vientos de 60 kilómetros por hora y altas temperaturas.

«Desde diciembre venían los problemas, después de la tormenta eléctrica, por eso se dispuso de cinco aviones y dos helicópteros hidrantes, a la vez que se convocó a más de 150 brigadistas del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) de todo el país», especificó Russo.

Los agentes nacionales intervienen en el lugar en coordinación con las áreas de Defensa Civil de la provincia y del municipio y de Vialidad provincial, con la ayuda de maquinaria pesada, autobombas y camionetas.

Según explicó el funcionario, la provincia «tiene mucha gente trabajando en el terreno, quedan un par de focos que están bastante circunscriptos e informó que «hoy al final del día podría haber novedades»

El titular de Defensa Civil de General Alvear, Adolfo Balverde, señaló que «la situación es más alentadora» que en los días previos, luego de que se quemaran más de 100.000 hectáreas.

La mejora de las condiciones climáticas de los últimos días posibilitaron que las labores de los combatientes fueran más efectivas, aunque el pronóstico de hoy indica que no hay previsto lluvias y que habrá aumento de la temperatura y de vientos fuertes.

En La Pampa, «por el momento están controladas, están trabajando aviones», aclaró Russo sobre las llamas ya llevan quemadas más de 130.000 hectáreas en el territorio.

En esta provincia los incendios forestales se originaron en la zona de General Acha, otros al sur de Chacharramendi, en cercanías de la Ruta 24, y el último en la zona del Parque Nacional Lihué Calel, que permanece «activo».

«Actualmente el fuego permanece activo y las condiciones meteorológicas para los próximos días son extremas, con altas temperaturas y viento norte a 40 km por hora aproximadamente», informaron hoy desde Parque Nacionales a través de un comunicado.

Un equipo de la Administración de Parques Nacionales trabaja en el parque, ubicado en la región centro sur de la provincia, junto a fuerzas de Defensa Civil y bomberos locales para intentar controlar este foco.

«Como siempre son afectados animales, alambrados y otros elementos que son gastos económicos, pero estamos cuidando a las personas», aseguró Russo.

«Es la temporada de incendios, es la naturaleza del terreno, se secan los pastos, se genera una llama por los rayos y se propagan muy rápido», agregó.

En ese sentido, el subsecretario insistió en que «hay que trabajar en el ataque a las llamas pero también en la cultura, en la prevención, hay que hacer cortafuegos que se debieran practicar en campos privados».

Por las condiciones climáticas imperantes está previsto que se produzcan también incendios en toda la zona del bosque andino patagónico en las próximas semanas, que abarcarían desde la localidad neuquina de Junín de los Andes hacia el sur, ingresando por Río Negro hasta la ciudad de Bariloche y se extiende a Chubut por la zona de Esquel y un poco más al sur.

El secretario de Protección Civil y Abordaje integral de Emergencias y Catástrofes, Emilio Renda, señaló que “hay un contacto permanente con las autoridades de todas las provincias, siguiendo lo que sucede en materia de emergencias y desastres y atentos a la ayuda que puedan requerir”.

“Va a ser un verano muy complicado, caluroso, seco y de baja humedad”, alertó y recomendó a los ruralistas “cumplir con el mantenimiento de picadas cortafuegos y evitar las quemas de pastizales”.

En ese sentido, la cartera aconsejó mediante un comunicado «liberar de vegetación alambrados, realizar cortafuegos y picadas, alejar materiales inflamables del calor, mantener los accesos y caminos despejados y conservar tanques australianos llenos de agua».

La Administración de Parques Nacionales (APN) remarcó que en las áreas de su jurisdicción sólo se puede hacer fuego en los lugares habilitados cuando el índice de riesgo es «bajo o moderado».

La APN recomendó apagar los fogones con abundante agua, remover las cenizas para verificar que no queden brasas encendidas y extremar el cuidado con las colillas de cigarrillos y los fósforos, así como latas y vidrios que pueden actuar como lupas.