En tiempos de cuarentena obligatoria, donde muchas veces la incertidumbre y la desesperación se apropian de los pensamientos humanos, es útil valerse de mecanismos para sobrevivir mentalmente al encierro. Sin embargo, el aislamiento no afecta a todos por igual y hay personalidades que lo sufren más.

La especialista en Terapia Conductual, Cristina Goytia, dialogó con Radio Síntesis de Conclusión sobre cómo afecta el aislamiento obligatorio a los individuos según su personalidad. “Estamos formados por un ADN que nos marca. Lo que es bueno para nosotros puede no ser bueno para otros, así que no hay una receta aplicable en general”, detalló.

Al respecto, señaló que “vivir tranquilos, tener para comer y encontrarse con los seres queridos”, son los ideales colectivos del pueblo argentino, los cuales se ven coartados en medio del aislamiento obligatorio para combatir la pandemia de Covid-19.

“Todas estas generalidades son comunes a la mayoría de los individuos, porque en nosotros existen rasgos de distintas personalidades. Está la personalidad que ama el orden y la rutina, el metódico o estructurado, que es la personalidad que más está sufriendo en este momento porque tiene coartada sus libertades de poder ser rutinario, no debe salir y eso lo ha encerrado, lo ha sacado de un contexto en el cual se había desarrollado y que conocía bien”, explicó.

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Y agregó: “Otra personalidad sufriente es el dependiente de órdenes, la persona que es sumisa y que en este caso está recibiendo demasiadas órdenes, entonces obedece a ciegas y no razona. Después está el obsesivo, que es una persona que tiene una tendencia a la repetición, magnifica conductas y entra en un momento de mucha angustia”.

“El ansioso es una persona que anticipa negativamente, vive en el futuro pero en un futuro que no es positivo. Después está el impulsivo, que a veces es un irresponsable porque obedece a un impulso. Cada personalidad tiene sus pros y sus contras. Ante amenazas de peligro aparece el hipocondríaco, una persona que inventa enfermedades porque es su mecanismo de defensa. Muchos de estos rasgos nacen de la necesidad de defenderse. Son personas que tienden a la sobre exageración”, sostuvo Goytia.

La especialista expresó que no todas las personas sufren de la misma manera el aislamiento y brindó algunas recomendaciones para “cambiar la estructura del pensamiento”.

“Hay que situarse como en un eje en el cual sabemos que nada es para siempre. Cuando sepamos cuando termina esto, va a haber alivio. En el mientras tanto podemos aprender a respirar. Respirar profundamente cambia la forma de pensamiento. Hacer ejercicio también, ya que permite liberar los pensamientos negativos. Además, el aprendizaje que significa enfrentar una nueva situación, nos saca de la zona de confort para llevarnos a un desafío que nos hace crecer”, concluyó.