Amigos de la Isla Autoconvocados denuncian que un grupo de no más de diez personas con intereses particulares dentro de la laguna «El Embudo» decidieron contratar maquinaria pesada para abrir un canal en medio de la isla y así poder entrar con sus veleros, yates y demás embarcaciones de gran calado.

La discutida decisión fue tomada a raíz del pronóstico que indicó que podría extenderse en el tiempo la bajante histórica del Río Paraná, que actualmente impide la entrada de embarcaciones, y esto le haga perder la temporada estival a un grupo de personas.

«El objetivo de esta obra es claro. No quieren perder la temporada estival, con fines comerciales o directamente de ocio. Es gente que tiene el rancho adentro del Embudo y como no puede entrar, no va a poder entrar durante todo el verano, deciden hacer esto», contó a Conclusión Santiago Marelli, de Amigos de la Isla Autoconvocados.

«Para poder obtener la autorización de la obra pusieron como excusa a una escuela, pero la misma está cerrada por vacaciones hasta marzo. Si la escuela es la principal beneficiada por la canalización, ¿por qué la obra no la pidió la Directora del establecimiento o los padres de los niños que asisten al mismo?¿Por qué se presenta la nota en noviembre cuando está por terminar el ciclo lectivo?¿Cómo puede ser que un grupo de vecinos obtenga tan rápido una autorización para realizar una obra de tal magnitud?», preguntó el grupo de autoconvocados sin encontrar respuesta.

Al ser consultado sobre el lugar de origen de la autorización para llevar adelante semejante obra, Santiago Marelli explicó a Conclusión que la misma fue dada «por (la Dirección de) Hidráulica de Entre Ríos, pero es para obras de dragado menor. Eso implica que haya agua. Eso es un paso que se cerró hace 50 años. Es un canal navegable de 300 metros de largo por 6 de ancho. No es una obra de dragado menor, es una canalización en donde antes no había nada».

El problema de la laguna “El Embudo”, situada en las islas del Paraná en frente de la ciudad de Rosario a la altura del acuario municipal, se suscitó hace algunos años cuando el Club de Velas decidió hacer una caleta dentro de la laguna y unirla con “El Saco”, lo que produjo el cambio de la corriente de agua dentro de la laguna y que se cierre la entrada natural de la misma conocida como “La Boca del Embudo”.

La solución que proponen los “Amigos de la Isla Autoconvocados” es que se cierre el paso de agua a través de la caleta de el Club de Velas y que se drague “La Boca de El Embudo”.

Ante todo esto, la solicitud de los vecinos exige una respuesta urgente: la paralización de las obras de canalización, el llamado a una mesa de dialogo a todos los interesados, a la intervención de personas idóneas competentes y conocedoras de la ecología y dinámica de estos ambientes, para la realización de un estudio serio de impacto ambiental de las obras que se tengan que realizar para resolver la problemática de la zona.

Aún así, los Amigos de la Isla Autoconvocados saben que los intereses económicos suelen imponerse. «La realidad de la isla es que el que tiene dinero hace lo que quiere. Los controles los ejerce Victoria, pero siempre se entera tarde. Además de todo, hay que tener en cuenta el impacto ambiental. Al Río le importa poco quién es el dueño del terreno, va a empezar a comer la isla por ahí y va a afectar a varias personas», concluyó Santiago Marelli en dialogo con Conclusión.