Este sábado 1 de julio se celebra el el Día Internacional de las Cooperativas  fijado en 1992 de acuerdo con la resolución 47/90 del 16 de diciembre. La fecha surge tras un esfuerzo de presión concertado por los miembros cooperativistas de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) y los miembros del Comité para la Promoción y el Avance de las Cooperativas (COPAC), la Asamblea General de las Naciones Unidas.

En 1992, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclama el Día Internacional de las Cooperativas para celebrar el centenario del establecimiento de la Alianza Cooperativa Internacional, aunque no es hasta 1995 cuando se celebra por primera vez de manera oficial.

Si bien la fecha fijada por resolución fue en 19925, la celebración data desde 1923.

Las cooperativas surgen como una alternativa económica través de las cuales, grupos de personas forman y empresas para mejorar sus vidas de manera efectiva mientras contribuyen al avance económico, social, cultural y político de su comunidad y país.

Son importantes porque tienden a ser más sostenibles con el tiempo, hay más igualdad entre las diferentes posiciones. Es decir, que hay una brecha más reducida entre las posiciones más altas y más bajas, y están distribuidas de manera uniforme entre las áreas urbanas y rurales.

En tanto, el movimiento cooperativo también ha sido reconocido como un actor principal en los asuntos nacionales e internacionales.

Se estima que las cooperativas son la principal fuente de ingresos para más de 279 millones de personas, casi el 10% de la población activa total de la humanidad.

Al tener como objetivo el interés común, las cooperativas son el modelo económico más estable de la economía. En ellas, el desarrollo social, económico y cultural de todos sus socios es la prioridad. Donde gana cada uno de los miembros, ganan todos y entonces, la entidad sale reforzada. De ahí su importancia.

En este marco, el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gilbert F. Houngbo, subrayó el papel crucial de las cooperativas en el desarrollo sostenible, la reducción de la pobreza y la creación de sociedades inclusivas, destacando su resiliencia en tiempos de crisis y su potencial para contribuir a la creación de empleo y a la protección social.

Un poco de historia…

El primer registro histórico de una cooperativa data de 1761 en Fenwick (Escocia) en el sector de las hilanderas.

La primera empresa cooperativa moderna la formaron en Rochdale (norte de Inglaterra), un grupo de 28 artesanos que trabajaban en las fábricas de algodón, y se llamó Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale.

Los trabajadores tenían unos salarios muy bajos que no les permitían adquirir productos de primera necesidad. Pensaron que trabajando juntos y uniendo sus recursos mejorarían sus condiciones.
Hoy día el movimiento cooperativista se ha convertido en uno de los modelos económicos que más aportan a la justicia social.