La pizza ha logrado conquistar el corazón y el estómago de gran parte del mundo, una receta simple pero con miles de posibilidades, hoy celebra su día.

En 2017, la pizza se declaró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. En su momento el organismo argumentó que tiene un rol en la vida social y la transmisión de este arte culinario entre generaciones.

La mayoría de las veces se comparte, pero hay quienes también la disfrutan en soledad. Un sinfín de sabores y combinaciones que hacen de la pizza un plato clásico pero que se renueva constantemente.

A raíz de esta declaración, cada 9 de febrero se celebra este día. La declaración también fue aprobada por el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Iniciativa que fue respaldad con más de dos millones de firmas.

Los orígenes populares de la pizza

Con la llegada del tomate a Europa desde América, este plato dio un giro inesperado. Siendo en Nápoles en el siglo XVI cuando se empezó a consumir los tomates como alimento mientras que en el resto de Europa no se consumieron hasta el siglo XVIII.

Al principio el tomate se consideraba venenoso y solo se utilizaba en la jardinería a modo decorativo, no eran contemplados como alimento, hasta que un día un campesino napolitano por su necesidad de comer, acompañó su pan de un tomate y le encantó, al sobrevivir se corrió la voz y a partir de entonces la gente humilde napolitana empezó a comer los tomates con sus panes secos. Convirtiéndose esta combinación de pan con tomate en un plato muy apreciado en la región de Nápoles.

Al ser un plato consumido principalmente por la gente humilde, la mayoría no poseían un horno propio por lo que preparaban la masa en sus casas y se la llevaban al panadero para hornearla. Con el paso del tiempo, debido a su gran demanda, los pizzeros napolitanos crean su propio gremio, separado de los clásicos panaderos, preparando ellos mismos la masa y horneándola, volviéndose un plato muy popular entre la gente que se lo llevaba a su casa o se lo comía en la calle, apareciendo también vendedores ambulantes de este rico majar.

Es en el siglo XVII en Italia, concretamente en Nápoles, cuando aparece la pizza como plato popular tal y como la conocemos hoy en día.

La primera pizzería se abrió en 1830 y se llamó “Port’ Alba”, dicen que en el lugar le auguraban poco futuro. Cuanto se equivocaron, ya que aquellos innovadores cocineros, lograron pasar generaciones y continúan elaborando pizzas hasta hoy en día.