Durante viernes y sábado tuvo lugar en Rosario el primer Congreso de Cibercrimen, donde más de 300 disertantes de todo el mundo abordaron temáticas como el ciberdelito, ciberterrorismo o el ciberbullying.

Del evento, realizado en las facultades de Ingeniería y Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, uno de los datos más relevantes que quedaron como resultado fue que el tráfico de pornografía infantil en Internet y en las redes sociales continúa creciendo alarmantemente.

Sobre este tema disertó el conocido profesor Arístides Álvarez, hablando de ciberbullying y grooming (acoso de adultos a menores a través de las redes sociales).

“Los ciberdelitos son una actividad en auge y que trae mucho peligro a la seguridad de las personas”, comenzó su exposición ante un auditorio completo, agregando que el grooming es “un flagelo que viene teniendo como víctima a muchísimos menores y que puede terminar muy mal, tanto en violación como homicidio”.

En este sentido, Álvarez señaló que “es muy importante el tema de la prevención para que los chicos estén atentos a los perfiles falsos que puede haber en internet”, que pueden ser “adultos que se hacen pasar por menores para ganar la confianza del menor y después a partir de intercambio de fotografías y videos llevarlos a situaciones de extorsión o exigirles un encuentro personal”.

“Lamentablemente estos encuentros puede terminar en secuestro de personas y en trata. Muchos menores terminan expuestos a estas redes de trata. El 81 por ciento del tráfico de la red es pornografía infantil, siendo una industria que está en tercer o cuarto lugar luego de la droga y de las armas”, describió la preocupante situación el profesor.

Así también, advirtió sobre que “una foto que sube inocentemente un menor a la red puede terminar siendo material pornográfico de países que lideran este tipo de situaciones como son los países del este y oriente”.

En el país no hay estadísticas de casos de grooming. Asimismo hay una ley nacional que penaliza el delito pero no termina en sanción. La pena es muy leve, son de 6 meses a cuatro años de prisión, “los jueces en la mayoría de los casos dictaminan la mitad de la pena y eso es excarcelable”, explicó Álvarez.

El Congreso estuvo organizado por la Asociación Iberoamericana de Lucha contra el Ciberdelito.