Un nuevo satélite argentino estará en el espacio. El lanzamiento será el próximo mes, pero ya comenzaron los preparativos. Es que el denominado ARSAT 2 deja el país hoy y el destino final será Guayana Francesa. Para esto, se debió recurrir al avión más grande del mundo: Antonov AN 124, una nave de origen ruso e imponente desde se la mire.

La maniobra de carga abarcó dos jornadas y fue el corolario de una serie de actividades, como los diferentes ensayos para medir la resistencia en el espacio y el correcto funcionamiento de todos sus sistemas.

El embalaje abarcó dos jornadas y fue el corolario de una serie de actividades que finalizó el jueves pasado. Los trabajos para el ingreso del satélite ARSAT 2 al contenedor que lo trasladará rumbo a la Guyana Francesa, donde será lanzado al espacio en septiembre, finalizó con éxito. La maniobra se desarrolló en la sede de INVAP, en San Carlos de Bariloche, fue exitosa y constituyó el último paso antes de su partida a Kourou.

El avión que se llevará el ARSAT 2 ya está en Bariloche y hoy partirá rumbo a la Guyana Francesa. Es una nave rusa, la Antonov AN 124, y llevará el segundo de los satélites de comunicaciones geoestacionales construido por Invap, desde donde será lanzado hacia el espacio el 30 de septiembre. El ARSAT 1, que fue lanzado el año pasado desde el mismo lugar, presta desde su órbita servicios de comunicaciones para el Cono Sur.

Precisamente, hoy el ARSAT 2 será movilizado hacia el aeropuerto de Bariloche, donde un avión de carga ucraniano Antonov lo transportará hasta el aeropuerto de Cayenne, previa escala en Ezeiza para reabastecimiento de combustible, tal como aconteciera en 2014 con el ARSAT 1. Una vez en territorio guyanés, el satélite será transportado por tierra hasta Kourou, donde será lanzado al espacio en septiembre.

El ingreso al contenedor del ARSAT 2 llega precedido de sendas acciones, como las pruebas de ensayos ambientales y la Revisión de Pre Embarque (PSR-Pre Shipment Review), que tuvieron resultados altamente satisfactorios.

La primera de ellas se desarrolló en el Centro de Ensayos de Alta Tecnología (CEATSA), también ubicado en San Carlos de Bariloche. CEATSA, creada en 2010, es el resultado de un acuerdo entre ARSAT e INVAP y se encuentra operativa desde 2012, cuando fue inaugurada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El ARSAT 2 se vio sometido a diversos testeos, como la cámara de termovacío (simula el vacío y los cambios extremos de temperatura que atravesará el ARSAT 2 en el espacio); ensayos acústicos (exposición a una intensidad de ruido dos veces más potente que la emitida por la turbina de un jet, alcanzando una potencia acústica mayor a los 140 decibeles, con la finalidad de medir el estrés y las deformaciones elásticas); vibraciones: una plataforma de 50 toneladas llamada shaker simula las vibraciones a las que estará sometido el satélite durante el lanzamiento. En la cámara anenoica, el satélite es introducido en una cámara cuyas paredes internas están cubiertas de conos que absorben las ondas de radiofrecuencia. Allí se realizan ensayos para verificar que las ondas electromagnéticas de los distintos componentes y sistemas del satélite no interfieran entre sí.

Otro ensayo consiste en la medición de campo cercano por radiofrecuencia (RF), para el cual se utiliza un scanner horizontal plano que permite obtener mediciones de la ganancia y eficiencia de cada antena. Finalmente, las propiedades de masa consisten en un conjunto de equipos destinados a medir la masa, el centro de gravedad y los momentos de inercia del satélite. En CEATSA se miden pesos de hasta 4 toneladas con una precisión de 100 gramos, resultando una información sumamente valiosa para el momento de la puesta en órbita por parte del lanzador.

En cuanto al PSR, se trata de un proceso de verificación para demostrar la aptitud del satélite a nivel de sus sistemas, que sus procesos están debidamente registrados y que no se verifican problemas abiertos. Constituye la culminación de la fase de fabricación de componentes, integración y ensayos del ARSAT 2, que incluyó la realización de una serie de pruebas funcionales en INVAP y de ensayos ambientales en CEATSA.