Pelco S.A es una empresa creada en 1993 para el tratamiento de residuos industriales, en la actualidad se encuentra enclavada en la ciudad de Puerto General San Martín, algo que no ha pasado desapercibido para la población del lugar.
Cabe destacar que Pelco S.A cosecha un número importante de clausuras producto de su incorrecto funcionamiento. Las mismas se sucedieron tanto en Tigre como en Puerto General San Martín, ciudad en donde se encuentra afincada en la actualidad, cuando allá por el 2011, un incendio desparramó al ambiente gases contaminantes de todo tipo empujando a las autoridades a clausurar sus puertas de manera temporal.
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Las voces de alarma encuentran un sustento de extremada coherencia cuando se repasa que tipo de residuos incinera el horno de esta empresa. Entre ellos se encuentran desechos resultantes de la producción y preparación de productos farmacéuticos; de la producción, la preparación y utilización de biocidas y productos fitosanitarios; desechos que contengan cianuros, residuos alquitranados resultantes de la refinación, destilación o cualquier otro tratamiento pirolítico.
Sin duda alguna, esto significa una verdadera bomba contaminante para el ambiente. En el transcurso del 2018, el horno de Pelco S.A funcionó de manera esporádica, pero los episodios de humo negro y espeso no dejaron de sucederse.
“La realidad de aquellos que vivimos en las cercanías de esta empresa es una cuando el horno permanece apagado, y otro muy distinta cuando comienza a incinerar”, le dijo a Conclusión Daniel Nuñez, habitante de Puerto San Martín e integrante del colectivo Vecinos Autoconvocados por la vida.
El derrotero de aquellos que han decidido no quedarse de brazos cruzados ante la amenaza constante a su calidad de vida, es tan extenso como estoico. “Si bien el horno estuvo bastante tiempo parado, en estos últimos días ha regresado para condicionar una vez más los días de los vecinos de distintos lugares. Lamentablemente octubre trajo consigo a un viejo pero siempre renovado enemigo, el humo negro, este llegó a todo Timbúes generando ardor en los ojos de los moradores, alergias, picazón, problemas respiratorios y el olor nauseabundo que lo caracteriza”, enfatizó.
Según especificaciones técnicas, el humo de color negro estaría demostrando de una manera explícita que el funcionamiento no es el correcto. “Esta es una problemática tan concreta como muchas otras, la misma afecta tanto a vecinos como a los trabajadores que se exponen a una actividad por demás de peligrosa e insalubre”, comentó Nuñez.
Materiales no rotulados y severas irregularidades fue lo que motivó a un grupo de vecinos a tomar la posta y avanzar tiempo atrás. “Nosotros en el 2014 hicimos una denuncia que alertaba la salida de humo desde dentro del galpón. Fue allí cuando llegamos hasta los Ministerios de Medio Ambiente, Trabajo y por ende también anoticiamos al Sindicato, el único que respondió fue el Ministerio de Trabajo que dejó constancia de las muchas falencias a las que estaban expuestos los trabajadores del lugar, algo que hasta el propio sindicato decidió pasar por alto”, relató el integrante de la Agrupación Vecinos Autoconvocados por la Vida.
Son muchas las evidencias que demostrarían que el horno incinerador de Pelco S.A es un verdadero enemigo de la calidad de vida, “los residuos que trasladan hasta la empresa pasan por zonas urbanas, ya que no existe otra forma de llegar. A esto habría que sumarle que el Sindicato de Aceiteros ha comprado una serie de terrenos en donde se van a levantar viviendas para sus afiliados muy cercanos a la empresa, esto debería ser analizado por el poder político, ya que el humo que emana este lugar es cancerígeno y representa un peligro enorme para todos aquellos que pretendan continuar sus días en esos lotes”.
La falta de respuestas exaspera a la comunidad de vecinos, “el año pasado pudimos reunirnos con el vicegobernador quién prometió intervenir en el caso, algo que nunca ocurrió. Debemos entender que sin la complicidad de funcionarios políticos, Pelco S.A no podría funcionar contaminando a placer el aire que respiramos”, concluyó.
