Por Alejandro Maidana

Héctor Espina fue el último bastión de resistencia en la línea de mando del INTA (Director Nacional en esa época) cuando se pretendía despedir a más de 1000 trabajadores y trabajadoras, negado a vender sus tierras para emprendimientos inmobiliarios, y resistido al vaciamiento de la Institución, hoy debe enfrentar un juico oral por una causa desopilante.

La mecánica aparente, sería la conocida y repudiable estafa procesal de realizar una falsa denuncia, la que es tomada por algún fiscal o juez corrompido para darle curso. A partir de allí, se inicia el acoso. En este caso, la excusa fue arrojar sospecha a un proceso licitatorio para la concesión de obras en Puerto Pañuelo (Bariloche), cuando Espina se desempañaba en Parques Nacionales, como dato, el proceso licitatorio fue hace 17 años atrás.

El combo de imputaciones lanzadas a la perdigonada, fue desechado por falaz en el ámbito contencioso administrativo y en todas sus instancias. Pero se las “resucitó” en 2017, con la “típica” denuncia penal trasnochada; catorce años después del hecho durante el gobierno de Cambiemos ¿Qué seguridad jurídica puede tener cualquier ciudadano al que le pueden armar una causa con algo que pasó una década atrás? Hoy Héctor Espina va a juicio oral por el accionar de los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi (repuestos en ese lugar por la Corte Suprema de Justicia).

“No es casualidad, las mismas herramientas de disciplinamiento, manipulación y destrucción que utiliza la justicia en todas sus formas y ámbitos, se ejercen en nuestras instituciones, capaces de utilizar los sumarios para persecuciones políticas e ideológicas y sindicales como sucedió en el INTA desde el 2016 al 2019, destrozando a los y las compañeras, poniendo el patrimonio del estado para perseguir hasta ver que sangramos, que claudicamos, que nos alejamos porque la persecución y la impotencia de injusticia es tan mayúscula, que te arrebatan la existencia; destrozando un individuo se destroza a sus amigos y familia, se hace mella fuerte en nuestras instituciones y se esfuman la alegría y los sueños”, indicaron desde el Colectivo INTA por una Argentina Unida.

Una mesa judicial macrista que gracias a la participación imprescindible de los medios masivos de información, construyó a placer causas edulcoradas gracias a la posverdad. “Desde aquella época aún tenemos compañeros y compañeras sumariados y perseguidos por la <mesa judicial> conformada, por el macrismo, por una comisión asesora de sumarios del Consejo Directivo de INTA, que continúa y coarta el poder de decisión de las máximas autoridades políticas en nombre de una falsa gobernanza, donde los mismos ya No representan a la mayoría de los productores y productoras, ni a la academia con la que hoy trabaja el INTA;  pero ejercen el poder en total avasallamiento de los roles y funciones que les corresponden”, enfatizaron.

La no justicia es aquella que no te muestra de qué delito se te imputa, la que desestima pruebas contundentes, la que arma causas

Con la intención de conocer en profundidad el avance de la justicia contra su persona, Conclusión dialogó con Héctor Espina, ex Director de Parques Nacionales (2003/2009), y que en los últimos cuatro años se desempeñó como Director del INTA por concurso. “En lo particular soy personal del INTA de carrera hace 32 años, si hemos salido a hacerlo público, no es por una cuestión personal, ya que la no justicia es un hecho que no podemos permitir en un país que pretendemos sea distinto. La no justicia es aquella que no te muestra de qué delito se te imputa, la que desestima pruebas contundentes, la que arma causas”.

Este es un puerto que se encuentra debajo de Llao Llao y es el principal puerto lacustre del país que se encontraba totalmente deteriorado como muchas cosas en el país

Esta historia nace allá por el 2005/6 donde se inicia la licitación de Puerto Pañuelo en Bariloche. “Este es un puerto que se encuentra debajo de Llao Llao y es el principal puerto lacustre del país que se encontraba totalmente deteriorado como muchas cosas en el país. Allí desde Parques Nacionales tuvimos que levantarlo, lo hicimos a través de créditos internacionales y licitaciones. Cabe destacar que una de las licitaciones quedó desierta, es allí donde se presentan dos empresas, ganando la misma una de ellas”.

De ninguna manera se recurría a la violencia para desalojar a nadie en esa época

A la hora de tomar posesión, se genera un suceso con una familia de artesanos mapuches que deciden quedarse y ocupar el lugar, no para quedarse con la propiedad del territorio, sino para garantizar que la empresa les garantice su continuidad laboral, ya que contaban con el permiso de Parques Nacionales. “Sumado a esto, el otro empresario que perdió la concesión, dejó en el muelle una embarcación ruinosa que contaminaba, lo que derivó en dos presentaciones judiciales, y en lo que respecta a la familia mapuche, una negociación personal, ya que de ninguna manera se recurría a la violencia para desalojar a nadie en esa época”.

Es imposible deducir que uno haya tenido una connivencia con una empresa que en definitiva, de alguna manera, la estaba perjudicando

Por lo tanto, el proceso de presentación de planos y las posteriores obras demorarían unos dos años. “Nosotros jamás tuvimos una connivencia con la empresa, ya que de hecho, nosotros debíamos dejarle el terreno libre de ocupantes, y eso no pudo ser así por estas ocupaciones, generándoles claros perjuicios. Luego negociamos un proyecto de obra más favorable para el estado, con más espacios públicos atento al incremento del turismo, y pudiéndole haber reconocido ese gasto que a valor de hoy rondarían en unos 3 millones de pesos, no lo hicimos. Por último, cuando llego el momento de la firma del contrato de obra, la primera etapa era de 24 meses y le pusimos 12, tratando de recuperar el tiempo perdido. Por ello es imposible deducir que uno haya tenido una connivencia con una empresa que en definitiva, de alguna manera, la estaba perjudicando”.

Me opuse a la prohibición de la utilización de la palabra agrotóxico, y entre otras cosas trabajamos muy fuerte con la agricultura familiar, y si bien no pudimos avanzar como hubiésemos querido, se generó una confrontación muy fuerte

El regreso al INTA traería consigo a futuro una lucha vital por el no vaciamiento, algo que a Héctor Espina le demandaría una feroz persecución. “Yo me voy en el 2009 de parques para regresar al INTA, a los tres meses de haber iniciado las obras con diez días de demora, es lo que figura en el expediente puntualmente. Cuando fui director del INTA, durante el avance macrista para echar gente del Estado, existían propuestas de apartar entre mil y dos mil compañeras y compañeros trabajadoras, entre ellos científicos, técnicos y personal de apoyo, a lo cual me opuse rotundamente a la modernización, y a las autoridades del Ministerio de Agroindustria. También me opuse a la prohibición de la utilización de la palabra agrotóxico, y entre otras cosas trabajamos muy fuerte con la agricultura familiar, y si bien no pudimos avanzar como hubiésemos querido, se generó una confrontación muy fuerte”.

De esta manera se construye el lafware, así es como en 2019 se me imputa, y la  semana pasada los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, rechazan mi apelación para impulsar el juicio oral

Recién en 2017, después de más de 12 años de aquellos primeros hechos que narró de parques, el empresario que perdió la licitación realizaría una denuncia penal. “Obviamente incentivado, y de manera inmediata se arma un sumario trucho en Parques Nacionales, digo trucho porque nunca se me notificó del mismo y por ende no fui citado a declarar. Incluso me consta que mucha gente fue apretada para que declaren en contra mío y se negaron a hacerlo, ya que se trataba de gente honesta que terminaría por renunciar a parques. Todo esto empujó un informe a la fiscalía de investigación administrativa, bastante trucho para variar, plagado de mentiras y ocultamiento de información vital. De esta manera se construye el lafware, así es como en 2019 se me imputa, y la  semana pasada los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, rechazan mi apelación para impulsar el juicio oral. Es algo inentendible, ya que se me acusa de darle más plazos a la empresa, cuando los predios aún se encontraban ocupados en la presentación de planos, siendo esta una facultad que en los pliegos estaba permitida. Destacando que nosotros estábamos en falta, ya que no podríamos entregarles el predio libre de mejoras, haber apurado las obras hubiese significado <construir arriba de los mapuches>, nosotros decidimos solucionar a través del diálogo todas estas circunstancias, para poder avanzar. Esa es toda la acusación, esto es un ejemplo de la no justicia”, concluyó Espina.