De origen tropical, oriundo de África Occidental, crece en las tierras bajas de la selva y es cultivado en el norte de Argentina. El Pandurata tiene hojas enormes que van desde los 20 a 25 cm de largo, brillantes, con las nervaduras oscuras bien marcadas y con un lento crecimiento.

Desde el Paseo del Kaldi, en su nueva dirección de Montevideo 3054, su responsable Matías Mililli, señaló a Conclusión que este ficus “es una planta muy tropical, como el 80% de las plantas de interior, por lo que es esencial tener cuidado con el riego y preocuparse mucho por la humedad del ambiente de esta planta”.

Es una planta fácil pero muchas veces se le erra con la humedad del ambiente” describió Mililli, añadiendo que el Pandurata es una especie que «requiere mucha resolana y luminosidad y no así sol directo, porque lo que va a provocarle es lamparones en las hojas y va a terminar quemándola”.

Con respecto al riego el especialista también subrayó: “hay que decir que es poco en invierno y bastante seguido en verano. Muchas veces la gente termina matando a la planta por exceso de riego. Cuando esto pasa vamos a ver que las hojas se van a empezar a amarillar y tener puntos negros”.

La pulverización es esencial si tenemos calefacción o mucho calor en el ambiente. El 90% de las plantas de interior requieren y necesitan humedad del ambiente. Si mantenemos la humedad y el sustrato la planta no va a tener problemas”, explicó más adelante.

“Una vez que se adapta al ambiente te lo hace saber porque empieza a crecer y crecer, por eso se hace una poda regular, logrando que la planta se vaya hacia los costados y regule su energía interior”, subrayó, para luego cerrar: “Se utiliza mucho en oficinas porque lo único que requiere es una buena luminosidad del ambiente. Hoy en día está muy de moda en lo que es decoración y paisajismo”.