El fiscal rosarino Fernando Dalmau contó a través de redes sociales su experiencia al atravesar un cuadro de coronavirus y, tras apuntar con un sanatorio de la ciudad, aseguró: “Si no era por la insistencia en buscar otra opinión médica, no la contaba”.

En un hilo publicado en Twitter el pasado martes, el funcionario del Ministerio Público de la Acusación (MPA) explicó que ante el avance de la enfermedad concurrió al Sanatorio Parque, donde –y siempre según el relato de Dalmau- minimizaron sus síntomas. Sin embargo, y al hacer otra consulta en el Sanatorio Delta, se comprobó que los pulmones del fiscal estaban comprometidos y que el tratamiento era urgente.

Por este motivo, el funcionario judicial decidió compartir su experiencia con el coronavirus ya que consideró que “su vida estuvo en riesgo” y que lo que le ocurrió “puede servir de guía a pacientes y familiares que pasen por situaciones similares”.

El fiscal aclaró que se contagió de Covid-19 el pasado domingo 25 de julio, en el marco de una reunión familiar, y que los primeros síntomas que manifestó –aún sin saber que padecía coronavirus- fueron el enrojecimiento del ojo derecho y cansancio.

Tras confirmarse que dos personas que participaron de la reunión dieron positivo, el 28 de julio el fiscal y su familia se hisoparon, dando detectable el virus en Dalmau, su esposa y su hija. Para esa fecha los síntomas del funcionario judicial se agravaron, alcanzando una temperatura de 38.5ºC.

Debido a que la fiebre no cedía, el domingo 1 de agosto el funcionario judicial llamó al servicio de asistencia médica Emerger. Al examinarlo, los profesionales de la salud le inyectaron dipirona pero notaron que Dalmau tenía comprometido el pulmón derecho, por lo que le pidieron que se realice una placa y un examen de laboratorio.

Aquí comenzó el periplo de la familia Dalmau, ya que para realizar estos estudios se dirigió al Sanatorio Parque de la ciudad, donde el médico que los atendió les manifestó que no notaba síntomas de la enfermedad y que los estudios “no eran necesarios”.

“Ante mi insistencia me hizo la placa y salió el compromiso pulmonar derecho. Me recetó un jarabe para la tos y un corticoide. Le pedí que saque una foto con mi celu de la placa. Mi esposa (abogada, no médica) se alarmó con la imagen y consultó con un amigo nuestro que trabaja en el Delta, quien a su vez consultó con el médico y nos dijo que fuéramos urgente”, relató el fiscal.

Una vez en el Sanatorio Delta, el fiscal fue sometido a una tomografía y, al analizar los resultados de la misma, el personal médico decidió su internación.

“El avance de la neumonía (que se volvió bilateral) fue alarmante. Me hicieron otras dos tomografías y ante el agravamiento del cuadro ofrecieron tratarme con tocilizumab, además de corticoides”, explicó Dalmau.

Si bien aseguró que con esta medicación “la recuperación fue asombrosa” y que el 10 de agosto ya estaba en condiciones de obtener el alta, reconoció que una infección bateriana prolongó su internación.

“No se dejen estar, si no era por la insistencia de mi esposa en buscar otra opinión no la contaba”, concluyó el fiscal.