Aproximadamente a 350 kilómetros al norte de Karachi, en el Pakistán actual, ligeramente al oeste de Sukkur en el río Indo, quedan las excavaciones de Mohenjo-Daro.

Los Arqueólogos que iniciaron el descubrimiento de una civilización prehistórica en los años veinte, la llamaron “el lugar de la muerte”. Toda la ciudad, situada anteriormente en dos islas del río Indo, se encontraba completamente destruida en un área de un kilómetro y medio de radio debido a una catástrofe de gran magnitud, atacando como un relámpago a los habitantes de ella.

Tres zonas de diferentes grados de destrucción rodean concéntricamente un punto de la antigua ciudad. En su totalidad se asemejan a la destrucción producida por una bomba atómica. Y realmente, tomando en forma literal la antigua mitología hindú, tenemos exactamente una descripción realista de este hecho.

¿Sería posible que algunos antiguos textos hindúes no representen solo tradiciones mitológicas, como lo expresa oficialmente la ciencia, sino que informen sobre grandes sucesos ocurridos en la realidad?. Será posible que en tiempos prehistóricos se hayan librado terribles batallas –descriptas con grandes detalles- con “naves aéreas” y armas absolutamente comparables a los más modernos equipos bélicos de nuestros días?.

Estos cuestionamientos inusuales se los hacía durante muchos años el inglés David W. Davenport, nacido en India. Junto con el periodista Ettore Vicenti publicó los resultados de sus investigaciones a este respecto en el libro “2000 a.C.: Distruzioni atómica”, Sugar Edizioni, Milán, 1979). Las investigaciones de Davenport se iniciaron en base a antiguos textos de sánscrito, como los del Veda Rig, del Mahabharata y de Ramajana.

Dos mil años a.C

Especialmente en este último, encontró datos geográficos exactos de la existencia de civilizaciones en el área hindú, 2000 años antes de Cristo. Davenport interpretó la descripción de los hechos en la antigua India no como símbolos mitológicos sino como hechos. Aquí tropezó él con la descripción de destructivas guerras atómicas e informes precisos sobre objetos voladores.

Un punto le interesó a Davenport en forma particular. En él se habla de la destrucción de una ciudad que estaba rodeada de agua: Lanka (“isla”). Intérpretes convencionales adujeron que con esta Lanka Ceylan se hacía referencia a la actual Sri Lanka. Luego de estudiar las fuentes, Davenport pudo comprobar que Lanka era una ciudad en una isla del Indo en el Pakistán actual, lo que lo llevó a lanzar una audaz tesis: la ciudad fue destruida hace 4000 años por una explosión nuclear.

Por sostener su tesis, procedió inicialmente en forma documentaria y empírica. En 1921 se descubrió una ciudad llamada “el lugar de la muerte” por los arqueólogos: Mohenjo-Daro.

Muerte súbita

R.D. Banerjee, John Marshall y Mortimer Wheeler, los arqueólogos, habían encontrado cadáveres en las excavaciones y todos demostraban haber tenido una muerte súbita; se los encontró tomados de las manos, aplastados bajo la tierra, sorprendidos por la muerte durante un paseo; se hallaron cadáveres de personas sorprendidas mientras dormían o que estaban aún en posición propia a correspondiente a su oficio.

Mohenjo-Daro existió realmente como isla en el Indo y parece ser idéntica a la ciudad descripta como Lanka en los textos antiguos. Por cierto, los restos de esta ciudadmuestran una estructura peculiar: en el centro de las excavaciones los restos de muros son particularmente bajos y están casi totalmente destruidos.

Partiendo de este punto central hacia los extremos de la ciudad, se observa que las ruinas van siendo cada vez de mayor altura. Davenport localiza el punto céntrico de la destruida Mohenjo-Daro como epicentro de la explosión atómica. Allí se encuentran muchísimos objetos pequeños destruidos, los que son conocidos como “piedras negras”, que son fragmentos de jarrones, vasijas y ladrillos, que por acción de un calor extremadamente alto, han quedado reducidos a oscuros terrones fundidos.

Debido a esta súbita temperatura extremadamente alta, hay ánforas que se han deformado totalmente, transformándose en una blanda masa fundida en forma de espiral. También resultó interesante observar el tipo de fundido con relación a su posición: las piedras derretidas y fundidas fueron encontradas al lado de objetos que señalaban el epicentro.

Davenport y Vincenti llevaron vasijas y otros objetos de Mohenjo-Daro al Centro Nacional de Investigación, uno de los institutos científicos más importantes de Italia. Y Bruno di Salatti, quien llevó a cabo los análisis, concluyó en su informe que los objetos habían experimentado la acción súbita de una temperatura superior a los 1.500 grados Celsius, a la que llegó un enfriamiento inmediato. Este puede ser el caso de una explpsión atómica o similar. Se encontró gran concordancia entre los restos de Mohenjo-Daro y los causados en Hiroshima y Nagasaki.

Incógnitas

Existen alternativas que puedan aclarar algo sobre la destrucción de ese sitio?

1.- No se pudo encontrar huellas de guerra; además, nunca se hallaron armas.

2.- No existen volcanes en las cercanías de las excavaciones ni tampoco inactivos. Por otro lado, una erupción volcánica no ocasionaría la fundición de los objetos.

3.- En caso de traer como consecuencia un incendio a modo de explicación, hubiera tenido que durar por lo menos dos semanas para alcanzar la temperatura indicada. Pero, tanto en el caso de incendio como en el de erupción volcánica, el enfriamiento sería muy lento, lo cual contradice las características de las piezas encontradas fundidas.

4.- No se encontraron meteoritos.

5.- Una marejada pudo haber ocasionado una destrucción en la misma medida, pero de ningún modo este tipo de destrucción (partiendo de un centro). Naturalmente que en este caso quedarían sin explicación los fenómenos de fundición.

Extraterrestres

Davenport dice haber reencontrado la destrucción de Mohenjo-Dora en los textos sánscritos del Ramajana. En ellos se habla también de civilizaciones extraterrestres que han debido existir en India hace 4000 años. Los habitantes pidieron protección a esta civilización extraterrestre ante el ataque de tribus enemigas que amenazaban con su destrucción.

También se relata extensamente acerca de los habitantes extraterrestres de la India. Davenport ha elaborado planos y dibujos en base a los estudios del sánscrito, los mismos que tienen una enorme similitud con una avanzada etapa de cohetes.

Sin embargo, aún no se ha aclarado cómo sucedió la explosión, quién estuvo detrás de eso, el modo como sucedió la catástrofe y si los supuestos extraterrestres tuvieron una relación con ello. No obstante, el cronólogo S.B. Roy está de acuerdo con Davenport y Vicenti en la interpretación y cronología de los hechos.

Por más fascinantes que nos parezca la historia de la ciudad, se nos plantea el siguiente interrogante: Se han barrido aquí viejos mitos para reemplazarlos con nuevos mitos o se han hecho comprensibles las descripciones cronológicas?. Hay que aceptar que los argumentos sobre una destrucción atómica son realmente convincentes. Probablemente pronto se conocerá lo que esto significa en relación con la hipótesis de antiguos astronautas.

Confirmación

El trabajo de Davenport y Vincenti cobra peso adicional debido al hecho de que un acreditado erudito en sánscrito, el doctor Dileep Kumar Kanjilal, llegó prácticamente a idénticos resultados trabajando en forma independiente de ellos en la interpretación de antiguas fuentes hindúes.

En su carácter de científico especialista se había declarado partidario de la tesis que en los llamados textos puránicos se habla del encuentro de los terrícolas con seres extraplanetarios, los que vinieron a la tierra en vehículos detalladamente descriptos. Inclusive, determinados textos describen exactamente las funciones de estas naves, su capacidad de vuelo, el tipo de combustible que utilizaban y muchas cosas más.

En base a esas fuentes, se distinguen cuatro tipos básicos de los llamados “vimanas” (en sánscrito, naves espaciales): naves doradas, cuneiformes, vimanas de tres etapas y las “similares a aves”.

Según el profesor Kanjilal, los mitos figurados de la antigua India describen en forma realista el encuentro de hombres con “dioses”, los que se dicen vinieron a la tierra desde “lo alto del cielo”. Se asemejan muchísimo al hombre en su apariencia y enumera a la vez las diferencias: “Ellos no transpiran, no parpadean y sus pies no tocan el suelo”. Sobre todo, debieron ser muy altos, delgados y de formas  bellas. De modo muy intesante, el profesor sitúa una lucha entre estos “dioses” y “demonios”, 2000 a.C..

¿Destrucción atómica?

Encontramos entonces aquí una pauta para los motivos de la destrucción atómica de Mohenjo-Dora?.

En general, los textos de Purana y Veda describen una alta cultura que existió ya 2000 años antes de Cristo. También se ofrece un tipo de historia de la creación lo cual once mujeres parieron “dioses” y demonios, los que vivieron juntos posiblemente unos 3000 años, pero luego tuvieron terribles disputas bélicas en las que perdieron los “dioses”.

Estos volaron al espacio y cuando ellos volvieron los Ashuras escondieron en cuevas “bajo el mar”, pero luego fueron derrotados completamente.

Esta lucha entre ambas fuerzas “celestes” fue el motivo para dramáticas representaciones teatrales.

La desaparición del conocimiento de estas antiguas y elevadas civilizaciones de los “dioses” en un determinado punto de la historia, podría atribuirse a una catastrófica inundación de enorme magnitud, la que asoló a casi toda la Tierra 2500 años antes de Cristo.

Sin embargo, han quedado referencias suficientes en leyendas y mitos, que describen con detalles que un hombre prehistórico apenas podría imaginar un viaje espacial desde la tierra hacia  “el Señor Cielo”.

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