Por Dolors Massot*

Jeff Bezos es el dueño de Amazon y el hombre más rico del mundo, según la lista que elabora anualmente la revista Forbes USA.

Un pasado desconocido para la mayoría

En los últimos días de julio declaró ante la Comisión del Congreso de los Estados Unidos, que persigue las prácticas monopolísticas. Su imperio está en el ojo del debate. Pero como inicio de su declaración, hizo público un texto en el que subrayó la importancia que da a su familia: concretamente a su madre, a su padre adoptivo y a sus abuelos. Fue el momento de descubrir aspectos personales de este milmillonario que hasta ahora no se habían divulgado.

Su madre: embarazada a los 17 años

Bezos recordó a su madre como una joven que luchó por sacar adelante a su hijo: «Mi madre, Jackie, me tuvo cuando era una estudiante de secundaria de 17 años en Albuquerque, en Nuevo México. Estar embarazada en el secundario no era algo popular en Albuquerque en 1964

Bezos explicó: «Fue difícil para ella. Cuando la trataron de echar del colegio, mi abuelo intercedió por ella. Luego de algunas negociaciones, el director dijo ‘OK, puede quedarse y terminar el secundario, pero no puede realizar ninguna actividad extracurricular ni tener un casillero‘. Mi abuelo aceptó el trato y mi madre terminó el secundario, aunque no le permitieron recibir su diploma en el escenario con el resto de sus compañeros

Asistía a las clases con los libros y los pañales del bebé

«Determinada a continuar con su educación, se alistó -prosiguió el empresario- en un colegio nocturno y tomó clases con profesores que le permitían llevar a un niño. Ella asistía con dos bolsos: uno lleno de libros de texto y otro de pañales, biberones y cualquier cosa que me mantuviera entretenido y callado por algunos minutos.»

Padre adoptivo de origen cubano

En cuanto al hombre que le hizo de padre, Bezos tuvo unas palabras de agradecimiento y orgullo por él: «El nombre de mi padre es Miguel. Me adoptó cuando tenía cuatro años. Él tenía 16 cuando llegó a los Estados Unidos desde Cuba como parte de la ‘Operación Peter Pan’, poco después de que Castro tomara el poder. Mi padre estaba solo cuando llegó a los Estados Unidos.»

Una chaqueta hecha con trapos de limpieza

«Sus padres -siguió Bezos en referencia a su padre adoptivo- pensaron que él estaría más seguro aquí. Su madre imaginó que en este país haría mucho frío, por lo que le tejió una chaqueta a partir de trapos de limpieza, el único material que tenían a mano. Todavía tenemos esa chaqueta; está colgada en el comedor de mis padres

Refugiado en una misión católica

«Mi padre -explicó Bezos- pasó dos semanas en el Campamento Matecumbe, un centro de refugiados en Florida, antes de que lo mudaran a una Misión Católica en Wilmington, en el estado de Delaware. Tuvo suerte de poder llegar a la misión. Pero a pesar de ello no hablaba inglés y no tuvo un camino fácil. Pero sí tenía mucha tenacidad y determinación. Recibió una beca para ir a la Universidad en Albuquerque, donde conoció a mi mamá«.

Bezos prosiguió: «Uno recibe distintos regalos en la vida, y uno de los mejores que me han tocado son mi mamá y mi papá. Han sido unos modelos a seguir increíbles para mí y mis hermanos durante todas nuestras vidas».

Grandes lecciones que aprendió de sus abuelos

A continuación, Jeff Bezos se refirió a la huella que dejaron en él sus abuelos: «Uno aprende distintas cosas de sus abuelos que de sus padres, y entre las edades de 4 y 16, tuve la suerte de pasar mis veranos en el rancho de mis abuelos, en Texas. Mi abuelo era empleado público y campesino: trabajó en tecnología espacial y sistemas de misiles de defensa en las décadas de 1950 y 1960 para la Comisión de Energía Atómica, y era autosuficiente y hábil. Cuando estás en el medio de la nada, no levantas el teléfono y llamas a alguien cuando algo se rompe, lo reparas tú mismo«.

Capacidad de resolución

«Cuando era un niño, tuve la oportunidad de verlo resolver por sí mismo muchos problemas que parecían imposibles. Ya fuera reparar una excavadora Caterpillar o hacer trabajos de veterinaria. Me enseñó que uno puede enfrentar problemas difíciles. Cuando enfrentas un contratiempo, te levantas e intentas de nuevo. Puedes usar tu inventiva para hacerte tu propio camino hacia una situación mejor.

«Tomé estas lecciones -recordó- cuando era un adolescente y me convertí en un inventor de garaje. Inventé un dispositivo que cerraba automáticamente la cerca a partir de ruedas llenas de cemento, un elemento que me permitía usar energía solar para cocinar a partir de un paraguas y papel de aluminio, y alarmas hechas de bandejas para hornear para atrapar a mis hermanos».

El concepto de Amazon llegó, tal como explicó el propio Bezos, en 1994. Pero en todo lo que posteriormente le ha llevado a ser milmillonario y a crear en plena pandemia más de 100.000 puestos de trabajo, lo debe a esos inicios humildes en los que su familia fue su pilar.

*Fuente: aleteia.org