Una villa sin peregrinos, ni fieles, es una imagen que nunca se imaginó en el día de la festividad del Señor de los Milagros de Mailín, una de las fiestas de fe más importante del norte del país, que el año pasado congregó a más de 200 mil personas de toda la Argentina para honrar el Señor Forastero y este domingo solo pudo ser acompañara por Internet a causa del coronavirus.

Esas calles vacías fueron hoy una postal atípica en la localidad de Mailín, a unos 150 kilómetros de la ciudad capital de Santiago del Estero, aunque eso no impidió que el mensaje de esperanza del obispo de la Diócesis santiagueña, monseñor Vicente Bokalic, llegara a miles de personas, ya que la misa y la procesiónfueron transmitidas en forma virtual a través de las redes sociales.

«Todos sentimos y hablamos de la esperanza: esperamos que cambien las cosas para mejor, esperamos que pase esta pandemia que nos agobia y angustia, esperamos cambios en nuestras familias, esperamos un mundo más justo, más fraterno, más humano», dijo el obispo en su homilía, desde el interior del Santuario de Mailín, en horas de la mañana.

Villa Mailín es una localidad del departamento santiagueño de Avellaneda, sobre la ruta provincial 159 en la que residen algo más de 500 personas, y hasta ahí llegan un promedio de 200 mil fieles cada 24 de mayo luego de peregrinar varios días desde la capital provincial en una de las fiestas católicas más importantes del país.

La historia indica que Mailín es un nombre de origen quichua, según documentos que datan de 1615 y su traducción indica «estanque con manantial».

Desde 1882 la devoción por la imagen de Mailín fue creciendo en forma notoria, a partir del relato del anciano Juan Serrano, que en noches sucesivas observó una luz al pie de un árbol, ubicado actualmente a pocos metros del santuario de Mailín.

Llevado por su curiosidad y acompañado por otros pobladores, Serrano fue al lugar y encontró que aquella luz fulgurante que rodeaba el añoso algarrobo era la de un Cristo crucificado.

Durante varios días, Serrano y sus ocasionales acompañantes intentaron infructuosamente arrancar la cruz que se encontraba incrustada en un hueco del algarrobo.

La cruz recién pudo ser retirada en 1968 por decisión del presbítero Laureano Verez, que certificó por escrito la versión del anciano y permitió el traslado de la imagen a una humilde vivienda que hoy se utiliza para albergar a centenares de peregrinos.

Para los santiagueños que migraron a otras provincias representa una cita ineludible para reencontrarse con su tierra.

Por eso, hoy el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, se sumó a la procesión virtual y anotó en su perfil de Facebook: «La devoción por el Señor de los Milagros de Mailin reúne a cientos de miles de peregrinos cada año. Hoy, 138 años después del hallazgo, por primera vez no habrá peregrinos presentes».

El mandatario agregó: «Esta vez los aplausos, los vivas y los pañuelos agitándose, estarán en el corazón de cada uno de sus fieles, este Domingo tan diferente sin esa multitud, pero seguramente con la misma fe y la misma devoción, desde cada uno de sus hogares. Señor de los Milagros de Mailín, ilumina y bendice al pueblo santiagueño en este tiempo tan difícil e incierto».

El obispo también se refirió en su homilía a la particular situación que generó el coronavirus, ya que por el aislamiento, no se congregaron cientos de miles en esta fiesta tan popular no solo para Santiago del Estero, sino para todos los feligreses del país.

A la vez dijo que «se extraña la llegada de cientos de familias que vienen de todas partes: de nuestro querido Santiago, de innumerables ciudades, pueblo y parajes trayendo una mochila cargada de alegrías, esperanzas, pero también de lágrimas y sufrimiento acumulado en el tiempo. Sólo Tú, Señor de Mailin, sabes que hay en cada corazón que se acerca a tu sagrada imagen».

Carlos Herrera, que vive en Lanús, se sumó a la celebración a lo lejos y pidió a través de Facebook: «Señor de los Milagros de Mailín, que increíble ver esta procesión tan inusual. Te pido protege a toda mi familia en esta pandemia, por nuestra salud, vidas, por el trabajo y que el año que viene pueda estar junto a tu bendita imagen».

«Desde Catamarca, gracias Señor de los Milagros de Mailin por tantas bendiciones recibidas en nuestras familias», manifestó Luis Pablo en el mismo espacio, mientras que Gladis Romero saludó: «La familia Maydana, Romero, Juárez, Carabajal de Tostado Santa Fe saludamos al Señor de Mailin. Estamos lejos personalmente pero con el corazón puesto en vos nuestro señor de Mailín».

Por su parte y también a lo lejos, Florencia Len escribió: «Qué hermosa esta celebración. Qué ganas de estar ahí. Gracias por hacernos partícipes virtualmente. Estoy mirando con toda mi familia desde San Nicolás, este es el primer año y ojalá sea el único y último que no podamos estar ahí».