Luego de una gran polémica y protestas que llevaron a cientos de miles de franceses a las calles durante varias semanas, el presidente Emmanuel Macron decidió que la vacunación contra el coronavirus no sea obligatoria. Sí, en cambio, los ciudadanos que deseen acceder a ciertos lugares y eventos deberán presentar un test negativo contra el Covid.

La obligatoriedad del pase sanitario comenzó este lunes, pero se desde julio se utilizaba para acceder a eventos donde se congregue gran cantidad de personas.

Desde el 21 de julio ya se aplicaba en sitios culturales y de ocio con capacidad para más de 50 personas. Los supermercados o centros comerciales de más de 20.000 metros cuadrados deberán exigirlo también.

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El pasaporte sanitario es un certificado en formato papel o digital que demuestra que un individuo ha sido inmunizado contra la Covid-19, ya sea tras curarse del virus o mediante vacunación.

El pase sanitario también funciona con el resultado negativo de una prueba de detección reciente.  Se aceptan los resultados de las pruebas PCR y antigénicas, así como las autopruebas supervisadas por un profesional de salud, con menos de 72 horas de antigüedad.

A partir del 30 de agosto, el pasaporte podrá ser exigido a los empleados por empresas que así lo dispongan. Los empleados que no tengan un pase válido a partir de esta fecha pueden optar por tomarse días de vacaciones mientras lo obtienen o trabajar de manera remota si su profesión lo permite. Si ninguna de estas soluciones es posible, se suspenderá su contrato de trabajo, así como su salario.

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La ley también establece que de aquí al 15 de septiembre se vacunen de manera obligatoria profesionales que puedan estar en contacto frecuente con personas mayores o frágiles. No se trata únicamente del personal de cuidado y de salud, sino también bomberos, ambulancistas y trabajadores domésticos.

El sábado 7 de agosto, más de 200.000 personas manifestaron de nuevo contra el pase sanitario y la vacunación obligatoria en Francia.