El 18 de octubre, un vecino de barrio Empalme al ingresar a su domicilio fue atacado por un perro cruza con pitbull. Vecinos lo socorrieron y al llegar al hospital Clemente Álvarez, tuvieron que amputarle parte del brazo por la infección producidas por las mordeduras del animal.

Este hombre, el cual sufría Mal de Parkinson, vivía en la casa del pasillo de un matrimonio que hace varios años le alquilaba el lugar. Para ingresar a su casa, la víctima debía pasar por el frente de la casa por lo que, generalmente, se encontraba con el perro cada vez que entraba a su hogar.

La pareja de este matrimonio, quienes eran los dueño del animal en cuestión, hoy se encuentran detenidos y, aparentemente, seguirán presos durante tres meses, hasta que la Justicia se expida sobre el caso.

Conclusión visitó la zona del hecho en barrio Ludueña, precisamente Matienzo al 100 bis, y le consultó a los vecinos sobre este matrimonio, sobre Coco y también por el comportamiento del perro con los vecinos.

Alicia, una vecina que conocía a Maximiliano, uno de los dueños del animal, dijo que «no encuentro motivo porque el perro lo haya atacado, porque el perro era re buenito. Le digo más, Maxi tenía una planta de burrito antes de poner este portón y yo he venido, cortaba burrito y estaba el perro, jamás me atacó«.

La mujer sostuvo que como todo perro, cuando pasaba otro animal por la calle, «toreaba» o ladraba como cualquier perro, pero que «no ha sido un perro malo. Una vez, se le escapó el perrito porque dejaron mal cerrada la puerta y mi mamá, una señora grande, lo entró, me entiende? Era muy sociable el animal. No era malo el perro, ese perro no era malo».

La vecina entrevistada se angustió al hablar del matrimonio, el cual está detenido, ya que eran muy queridos en el barrio. «También lo que me molesta y está mal lo que están haciendo es con Maxi y su pareja, porque son chicos re trabajadores, re buenos vecinos, son muy buenos vecinos«, contó.

El joven matrimonio, según la vecina y otras voces que no aparecen en cámara, mencionaron que la pareja dueña del perro no tenían problemas con nadie en el barrio.

«Es un chico ni siquiera que va a estar haciendo junta en la puerta. No, no se merecen que le hagan lo que le están haciendo. Yo sé que está bien por lo que le pasó al otro señor, todo, pero que se ensañen como se ensañaron con estos chicos, de tenerlos tanto tiempo privado de su libertad, cuando le van a hacer que pierdan hasta sus trabajos. Si los chicos pueden seguir todo el trámite y todo el papelerío de acá, si no se van a ningún lado, si esta es la casa de Maximiliano», advirtió Alicia.

La mujer concluyó explicando lo que para ella pudo haber sucedido: «No sé qué habrá pasado, porque el hombre también tiene problemas de salud, tiene Parkinson. Capaz que en el movimiento (de su brazo) el animal en lo oscuro se asustó. No sé lo que pasó, no lo justifico ni nada. Me duele mucho lo que le pasó a este señor, pero me molesta que se hayan ensañado tanto con esta parejita, de estos chicos que son chicos buenos, trabajadores. Son chicos que no molestan a nadie y no estaban en la casa porque estaban trabajando. Es una pena que hagan esto».

Educar al perro desde el primer día

Este medio se contactó con el adiestrador profesional David Cáceres para tener el testimonio técnico sobre los «perros potencialmente peligrosos», como se conoce a las razas como los pitbull, rotweiller, entre otros.

El especialista en la crianza de perros, tanto hogareños como para una actividad específica, al consultarle sobre este caso, mencionó que «yo no sé si llamarlos potencialmente peligroso, porque eso sería un tema por ahí muy puntual y muy sensible. Yo siempre tengo un lema, desde hace muchos años que lo que digo, es que no existen las razas peligrosas sino los propietarios irresponsables. No estoy diciendo nada puntual sobre el caso que me están exponiendo. Es un lema y un dicho que yo tengo desde hace 26 años que me dedico a esto».

Para el adiestrador, «el trabajo de ser propietario es 24 horas al día, no hay otra manera. Hay que tomar siempre las precauciones necesarias para poder convivir».

Cáceres comentó que es necesario que «el adiestramiento» sea «formativo, educativo, preventivo. Tengo que formar con la educación para que sea preventivo, porque si tengo un ejemplar totalmente educado, formado, controlado, por supuesto que voy a tener el control absoluto en cualquier circunstancia».

Es fundamental para el profesional que el animal aprenda a socializar. Al consultarle sobre que conlleva esta sociabilización, el entrenador canino explicó: «Que aprenda a socializar, o sea, lo sacó a la vereda, lo llevo en el auto, lo llevo en la bicicleta, lo llevo a relacionarse con otros perros, que pueda cruzar por la plaza. Por supuesto que va a haber cantidad de distracciones, va a haber un perro suelto, va a haber una señora con un canichito, un nene jugando a la pelota, alguien que pasó una moto y la aceleró de golpe, el que tocó bocina para saludar a una persona, entonces todo ese tipo de distracciones entra en la etapa de socialización, tengo que socializar para que el día mañana tenga un perro totalmente acostumbrado a que nada lo sorprenda«.

Cáceres concluyó: «Yo lo que le digo a todo el mundo es que siempre tengan mucho cuidado con los criaderos clandestinos. Yo le digo a la gente que adopte, pero supongamos, siempre que voy a buscar un ovejero alemán, un dogo, un golden, tengo que ir a un lugar inscripto responsable. Son aquellas acciones que quizás llevan a que sucedan accidentes, entre comillas, como este que pasó, porque ahí vemos que no hay control de crianza».