El grupo de piratas informáticos que realizó un ataque cibernético contra el Senado de la Nación en enero pasado publicó en las últimas horas la información que obtuvo, entre ella currículums, solicitudes de antecedentes penales de empleados, correos electrónicos y fotografías.

Se trató de un ataque de ransomware o secuestro de información que consiste en capturar y cifrar datos, archivos, carpetas del sistema, para luego pedir un rescate a la víctima.

Las autoridades de la cámara alta denunciaron el hecho de inmediato y habían aclarado que no se iba a pagar a los atacantes para recuperar la información sustraída de las computadoras del lugar.

Este fin de semana, los delincuentes que se atribuyen este robo, filtraron la información robada que obtuvieron en aquel incidente, unos 30 mil archivos.

Para acceder a este espacio es entrar a darknets, que son redes que se superponen a la web pública y a la cual se puede acceder por medio de programas específicos como Freenet, ZeroNet o Tor, que es el más popular.

Hasta el momento, los investigadores del hecho no lograron determinar cómo se dio el ataque de ransomware: es decir, cómo hicieron los atacantes para entrar a los equipos, robar y cifrar la información.

En este tipo de hechos se pueden producir por una vulnerabilidad del sistema, es decir por algún «agujero informático» por el cual lograron ingresar, o bien tras engañar a un empleado para que comparta datos de accesos al sistema.