Nancy Basualdo tenía 46 años cuando decidió hacerse una cirugía estética. Acudió a una clínica ubicada en calle Mendoza al 2000 de la ciudad de Rosario donde le practicaron una liposucción el 28 de noviembre de 2011. Semanas después, y después de padecer dolores y una septicemia generalizada, Nancy falleció en el Hospital Eva Perón. Desde ese día, su familia inició una causa por mala praxis y se lleva a cabo una investigación en el fuero penal, a cargo del fiscal Walter Jurado por homicidio culposo.

«Se cumplieron seis meses del fallecimiento de mi mujer», dijo a Conclusión Cristian Alanis, pareja de Nancy durante 20 años y padre de dos de sus cuatro hijos. «Nosotros creemos que fue mala praxis y abandono de persona. Y lo único que pedimos es que la causa avance. Sé que hay que esperar que la Justicia dictamine si los médicos que le hicieron la cirugía son culpables o no, pero al menos deberían suspenderle la licencia hasta que todo se aclare».

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Cristian relató que durante estos meses se abocó a tratar de juntar las pruebas que la Fiscalía necesita para que la causa avance.

Días atrás, el cuerpo de Nancy Basualdo fue exhumado, por orden del fiscal Jurado, a fin de realizarle una autopsia que permita avanzar con la investigación.

«Ese fue uno de los peores momentos que me han tocado. Fue muy duro para mí tener que pasar por eso y volver a ver el cuerpo», se lamentó Alanis.

Buscando la belleza

Nancy no estaba conforme con su apariencia y quería verse bien. Y, a pesar de la oposición de su marido, ella insistía con esa cirugía que la haría sentirse más conforme con su cuerpo.

«Se generó una gran discusión por ese tema y yo me negué a darle el dinero. No quería que ella se operara. Así que le dije que no», señaló Cristian a este medio.

Resignada, su mujer llamó al médico para cancelar la operación. Y al parecer, según el relato de su pareja, eso enojó bastante al cirujano quien se quejó porque ya habían acordado el turno. Sin embargo, ya que Nancy trabajaba con objetos de joyería, el médico le propuso otro acuerdo: le pidió que le consiguiera dos alianzas de oro a cambio de las cuales le practicaría la liposucción.

«El mismo día que se operó la saqué de la clínica casi desmayada, la llevé a casa y estuvo tres días en cama. Ellos se casaron y se fueron a Chile de luna de miel y mi mujer quedó sin ningún tipo de atención postoperatoria. Solo le dijeron que si sentía dolores era normal y que tomara analgésicos».

Los días fueron pasando y el dolor de Nancy iba en aumento. La mujer se comunicó en varias oportunidades con el cirujano por whatsapp y videollamadas. «Las veces que hablaron, le dijo que era normal y que se pusiera un inyectable para los dolores».

Su marido cuenta que Nancy no recibió ningún tipo de tratamiento postoperatorio, no le recetaron antibióticos, no tuvo controles, no le recetaron antibióticos ni le hicieron un seguimiento para ver como evolucionaba. «Simplemente se fueron de viaje sin dejarle más indicación que los analgésicos».

«Para el 10 de diciembre, mi mujer lloraba del dolor y la llevé a la clínica de Mendoza al 2000. Allí me atendió un hombre mayor y me dijo que no conocía a nadie, aunque después me enteré que era el padre del médico. Entonces de ahí me fui al Hospital Alberdi donde la atendieron y la derivaron al Eva Perón, en Granadero Baigorria. Ahí fue donde me dijeron que tenía una infección generalizada y medio cuerpo tomado».

Según el relato de Alaniz, el médico que la atendió le dijo que no entendía lo que le habían hecho, que deberían haberle dejado drenajes en las heridas, algo que cualquier doctor sabría.

Nancy falleció al día siguiente, en la sala de terapia intensiva del Eva Perón.

La causa

Cristian Alaniz denunció a los médicos, Damián B. y su esposa Soledad G. La denuncia tiene derivaciones penales y civiles.

Por un lado, el fiscal Walter Jurado, de la unidad de Homicidios Culposos lleva adelante la causa en el fuero penal.

Según las fuentes del Ministerio Público de la Acusación, se tomaron declaraciones a empleados de la clínica, se secuestró la historia clínica en el lugar donde la mujer se operó y la del Hospital Eva Perón.

Aún se esperan los resultados finales de la autopsia y de los exámenes anatomopatológicos para poder elaborar un informe final con la causa del fallecimiento.

«Pero estoy tratando de juntar todo lo que el Fiscal pidió, las historias clínicas de los hospitales donde estuvo internada y hemos encontrado

En tanto, la abogada de la familia detalló a Conclusión que ellos se encargaron de investigar por su cuenta y que consiguieron varios testigos, mujeres que se operaron en esa clínica y que tuvieron serios problemas. «Incluso una de esas mujeres tuvo un problema similar, sólo que tuvo la suerte de salir con vida», reveló Florencia Bril, la letrada.

«En el fuero civil estamos trabajando en la hipótesis de la mala praxis y el abandono de persona. Porque esta chica fallece y los médicos ni siquiera estaban en Rosario, tenía dolores y la atendía vía telefónica y le decía que era normal… la operaron y se fueron de viaje sin dejarle indicaciones. Son muchas cosas».

Por otro lado, Alaniz y la abogada presentaron la denuncia en el Colegio de Médicos y allí pudieron averiguar que Soledad G. carecía de matrícula habilitante desde el año 2011.

«Por el momento, lo que hay son muchos indicios que hacen dudar. El médico se fue, cerró la clínica y abandonó todo. Eso llama la atención , a la noche se le vio sacar todos los equipos y después cerró la clínica…Esos son indicios de que algo no está bien».

«Lo que pido es que la Justicia avance – insiste Alaniz – que al menos, hasta que se demuestre lo que pasó, le suspendan la matrícula, porque ellos siguen trabajando, siguen dando turnos. Lo sabemos porque gente allegada a la familia los ha llamado. Al menos, que lo que le pasó a mi mujer no le pase a otras mujeres».