Todos los pacientes oncológicos en edad reproductiva deben recibir información sobre fertilidad y sobre cómo preservar su capacidad reproductiva, afirmaron los autores de un reciente estudio que revela que muchos de esos jóvenes pacientes no reciben dicho asesoramiento por parte de sus médicos.

Esto explica el hecho de que en la actualidad entre el 50% y el 75% de los tratamientos oncológicos afectan en forma temporaria o permanente la capacidad reproductiva de los hombres y las mujeres que sobreviven al cáncer.

Esas conclusiones publicadas en la revista especializada Psycho-Oncology surgen de un metaanálisis basado en 23 estudios previos, realizado por investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia.

La falta de un adecuado asesoramiento sobre cómo preservar la fertilidad ante un tratamiento oncológico se debe a que en muchos casos los médicos oncólogos carecen de información apropiada o no están seguros sobre quién es el profesional que debe brindar dicho asesoramiento, hallaron los investigadores.

«Cuando la persona que ha recibido un diagnóstico de cáncer se enfrenta al oncólogo difícilmente surja como inquietud el tema de su fertilidad: el o la paciente no pregunta y el especialista no aborda el tema como parte de la rutina», comentó Santiago Brugo Olmedo, especialista en Medicina Reproductiva y director médico de Seremas, que advierte que en la Argentina ocurre una situación similar a la que refleja el estudio.

«Esto se debe a que aún hoy existe resistencia por parte de muchos oncólogos a pensar en un embarazo a futuro y en la preservación de la fertilidad; su actividad está centrada en el manejo de la enfermedad exclusivamente y la urgencia que implica para el paciente y los riesgos a su vida», agregó.

Sin embargo, tanto varones como mujeres cuentan en la actualidad con distintas opciones para preservar su fertilidad ante la inminencia de un tratamiento oncológico.

Las alternativas de preservación de la fertilidad en la mujer pueden ser quirúrgicas (la cirugía conservadora de órganos reproductivos o transposición del ovario), y no quirúrgicas, como la supresión ovárica con anticonceptivos orales o análogos del GnRH, la criopreservación de tejido ovárico o la vitrificación de ovocitos o de embriones», explicó Brugo Olmedo.

Sabrina De Vincentiis, especialista en Embriología Clínica y Directora del Laboratorio de Embriología de Seremas, indicó que «en el varón es aún muchísimo más sencillo, ya que se logra con la congelación de una o dos muestras de semen, y en algunos casos muy excepcionales por medio de biopsia testicular si el varón es azoospérmico».

«Por lo tanto, es algo que sorprende cuando se presentan hombres estériles a causa de haber sido tratados con rayos (radioterapia) o quimioterapia por haber padecido un cáncer, y a los que nunca nadie les habló de que tenían la posibilidad de preservar su fertilidad de manera muy segura y sencilla».