El 23 de enero de 1974, cuando se avizoraba lo que sería luego el terrorismo de Estado implementado a través de la mano ejecutora de la Triple A y en la antesala del Golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976, cinco cooperativistas fueron asesinados en el kilómetro 674 de la vieja ruta 9, cerca de la localidad de Río Segundo. El nieto de Odorico Montorfano, una de las víctimas, Malcon Perucca Montorfano explicó los pormenores y detalles del derrotero en diálogo con Conclusión. 

Los hombres se dirigían desde Armstrong, ciudad santafesina ubicada a 95 kilómetros de Rosario, hacia Colonia Caroya, a 54 kilometros al norte de la capital de la provincia de Córdoba. Eran integrantes de FACA, Federación Agraria de Cooperativas Argentinas y viajaban para conocer un modelo de Autoservicio de las Cooperativas Federadas que había en la ciudad cordobesa y pretendían conocer esa experiencia para replicarla en Armstrong.

Pero el destino les jugó una mala pasada y pasaron por un lugar a la hora equivocada. El clima político de la época estaba bastante convulsionado, Juan Domingo Perón era el presidente de la Nación y la provincia de Córdoba estaba gobernada por Ricardo Obregón Cano con la fórmula de Atilio López, con una tendencia más revolucionaria dentro del peronismo que generaba algunas tensiones.

En ese momento se vivía la antesala de lo que sería el golpe del 76 a nivel nacional y lo que luego se conocería como «navarrazo», levantamiento de las fuerzas policiales, en la provincia mediterránea, que dejará en evidencia las densas tramas entre la policía y poderes políticos.

En este contexto, había una orden de la Policía de Córdoba de asesinar a cinco agentes federales, por conflictos entre las distintas fuerzas y tenían la información que iban a pasar por el kilómetro 674 de la ruta 9. El dato indicaba que cinco agentes de la Policía Federal iban a pasar ese miércoles 23 de enero de 1974 a las tres de la tarde, por dicho lugar en un auto rojo.

A las 14,45 por el kilómetro 674 de la vieja ruta 9 pasaron cinco hombres en un auto color borravino. Un total de 19 policías de Córdoba apostados cuerpo a tierra, descargaron sus fusiles FAL sobre el auto de los cooperativistas dejando como marca indeleble de la ferocidad de su accionar 172 impactos de bala sobre el vehículo y luego le dieron un tiro de gracia a cada uno. Eran los cinco cooperativistas.

Aún hoy, a poco de cumplirse 45 años de ese feroz ataque, algunos integrantes de las familias de los cooperativistas siguen luchando para conseguir justicia.