Por: Florencia Vizzi 

El 21 de octubre, en medio de la Quebrada de Humahuaca va a haber un funeral. Y va a haber fiesta, muchos de los 7.000 habitantes de Las Pircas asistirán a beber, a escuchar música, a cantar, y a contar viejas historias y anécdotas sobre la difunta. Será el adiós a FM Pirca, la radio comunitaria que desde hace 23 años difunde la cultura andina y presta servicios en el pueblo y que desde el Enacom (Ente Nacional de las Comunicaciones) decidieron clausurar.

Armando Álvarez, fundador de la radio, contó su historia con orgullo y sin un dejo de tristeza en la voz. «Nosotros morimos para renacer, vamos a cantar, vamos a bailar, a beber y comer en nuestro propio funeral. Esa es la historia, no nos vamos a quejar, no vamos a llorar y no nos vamos a doblegar» Seguiremos resistiendo a nuestra manera a los nuevos espejitos de colores».

Armando es minero, y contó que FM Pirca surgió como necesidad de hacer eco del Proyecto de Integración y recuperación de la Cultura Andina, un grupo con el que trabajan desde hace años para difundir y revalorizar las raíces culturales de los pueblos del norte. Esa fue su génesis, una función netamente social.

«Nosotros trabajamos con elementos que tienen que ver con nuestra cultura, por ejemplo, con siembra de semillas de amaranto, quinoa, chia, tratamos de multiplicar semillas, incluso hemos traído de Bolivia, Perú, Mexico,  con el fin de reemplazar en las zonas chicas como éstas y algunos otros lugares del país con semillas orgánicas cultivadas por nosotros mismos.», relató el responsable de FM Pirca. «Todo eso lo difundíamos en la radio , como se siembran, de dónde se sacan, lo importante que es recuperar los cultivos tradicionales que son mejores que los de ahora que son híbridos. También trabajamos el tema de las construcciones de adobe, del uso de la tierra para construir casas, las bondades de eses material, es mucho más barato, proporciona grandes ventajas, como su aislamiento térmico al frío y al calor. Lo investigamos y difundimos, llevando adelante un proyecto que nos permitió  construir más de 100 viviendas, incluso una en la provincia de Buenos Aires, en la localidad de Los Toldos, de 200 metros cuadrados. De igual forma difundimos el ambientalismo, fomentamos el uso y desarrollo de la energía solar… tambiésn hemos sido pioneros en el tema de los debates, invitábamos a todos los candidatos para que cuenten sus propuestas, y, por supuesto, brindamos todo tipo de servicios para los habitantes de la zona. La radio era para eso, una forma de vincularnos y de difunidr nuestra cultura, nuestras raíces y nuestra defensa del medio ambiente».

Los hombres de negro

«El problema es que nosotros somos críticos con el poder, acá se ven muchas cosas que huelen mal, y no nos quedamos callados. Y en determinados lugares  las miradas críticas afectan intereses, señaló Armando Álvarez,  y ese ha sido nuestro caso. El caso de Jujuy es que tenemos tres minas de oro, de las que poco se conocen, Jujuy es uno de los principales productores del mundo de oro… tres minas de oro que se regalaron a empresas norteamericanas, y el mismo destino es el que está teniendo el litio de la provincia… y también un negociado que tiene que ver con una supuesta planta de energía solar que el gobierno ha promocionado», enumeró desde el otro lado del teléfono.  Y continuó: «Aquí hay muchos rumores de que el presidente, con todas sus empresas distribuidas por el mundo, es socio de estas empresas dueñas del litio. Y ellos quieren que nadie hable de eso. Y nadie habla, porque a las radios que hablan las presionan económicamente. Y como nosotros no recibimos plata de ningún lado, ni nunca hemos recibido, siempre hemos podido arreglárnoslas para mantener la radio en el aire, no nos importa nada y hablamos».

Y aquí es donde Armando Álvarez toma aire y hace una pausa antes de continuar: «Hasta que llegaron estos tres personajes, tres tipos… que son los típicos hombres de negro, impecablemente vestidos, blanquitos y con buena ropa, que vinieron a inspeccionar.  Y cuando lo hicieron dijeron: «Escúcheme, la antena esta no es reglamentaria». «Y claro que no es reglamentaria, pero poner esa antena sale una fortuna inalcanzable, y  esa antena que está allí sirve, está en un cerro y no molesta  nadie», exclamó Armando Álvarez. Y prosiguió:  «No están homologados los equipos, y los permisos no están adecuadamente otorgados, y bueno, nos dieron cinco días para arreglar todo o la radio cerrará definitivamente».

El carácter de Armando Álvarez se intuye duro y curtido, pero atestado de alegría. «Así es que el 21 de octubre los invitamos a nuestro funeral, y lo vamos a hacer con alegría. Nosotros morimos para renacer».