Bautista jugaba con sus amigos en el colegio Villa Eucarística cuando se tropezó y se atragantó con el chupetín que consumía. Allí el menor sufrió dos paros cardiorrespiratorios y le tuvieron que realizar maniobras de reanimación.

La situación se agravó aún más porque la ambulancia no llegaba, por lo cual fueron las mismas maestras quienes lo trasladaron de urgencia al Hospital Raúl Ferreyra, para que luego lo derivaran al Hospital Privado de Córdoba.

Las autoridades del Centro de Salud confirmaron que el chico tenía un complejo cuadro de ahogamiento y asfixia por lo que las primeras horas serían de suma importancia para ver cómo era su evolución y consecuente pronóstico de salud.

Antes de la confirmación del fallecimiento el menor se encontraba en “terapia intensiva pediátrica, con asistencia respiratoria mecánica bajo sedado analgésico con medicación para sostener sus signos vitales”, según informaron desde el hospital. A su vez se le tuvo que realizar una traqueotomía para que pudiera volver a respirar y allí habrían retirado la golosina.

En la tarde de ayer, las autoridades del hospital comunicaron la triste noticia: “Lamentablemente acaba de fallecer el niño Bautista. Les pedimos la mayor de las discreciones en este momento tan difícil para toda la familia”.