¡Que te parta un rayo! Esa maldición hechada al azar, y todas sus variantes, puede convertirse en realidad con más frecuencia de lo que se sospecha. Contra lo que la mayoría piensa, ser alcanzado por un rayo no es una fatalidad casi imposible, sino que es mucho más probable de lo que en realidad creemos. En el mundo mueren más de 10.000 personas al año a causa de este fenómeno atmósferico. Es hora de conocer sus secretos.

La palabra rayo proviene del latín “radĭus” que quiere decir varilla puntiaguda.

Cuando llueve sobre la superficie terrestre se produce evaporación natural que lleva hacia arriba gotas de agua. Mientras tanto, a una altura de 2,5 a 3 km donde la temperatura es de 15 a 20º C bajo cero, se producen partículas de hielo que caen por gravedad y que chocan con las gotas de agua que suben por la evaporación. Esas fricciones y colisiones producen que se separen las cargas eléctricas: las positivas (protones) se quedan en la parte superior de la nube mientras que las negativas (electrones) se forman en la parte inferior, y se genere un campo eléctrico, es decir, fuerzas que se ejercen entre cargas, hasta que llega el momento en que se dan las transferencias de cargas conocidas como rayos.

Estas transferencias de cargas pueden ser entre la nube y la tierra, entre la tierra y la nube, dentro de una nube, entre nubes, o de la nube hacia la ionosfera.

En diálogo con Conclusión, el meteorólogo Oscar Monjelat reveló que el rayo es el «fenómeno meteorológico que más muertes ocasiona en el mundo». «Muy lejos de los fallecidos por tsunamis y huracanes. Hay más de 10.000 muertes al año en el mundo por impactos de rayo», explicó.

«Las condiciones más favorables para que se formen rayos es precisamente cuando hay formaciones de nubes de tormenta, que son nimbos con un gran desarrollo vertical. Dentro de la misma se separan cargas eléctricas que producen las posteriores descargas que alcanzan el suelo», detalló el director del grupo Cazatormentas del Sur. Y señaló: «Hay una diferencia entre relámpagos y rayos. El relámpago es solamente la luz que uno puede ver, es el efecto de una descarga de una nube a otra o de una nube a una parte del cielo, pero que no hace contacto con la tierra. En cambio los rayos hacen contacto con la tierra y tiene dos descargas: una que proviene de la nube y una que sale de la tierra buscando justamente el encuentro con la descarga que proviene del cielo. Ese es el rayo más frecuente y el que más se conoce».

Pero no sólo existen rayos con tormentas. Por más extraño que parezca, también hay rayos que se producen con cielos despejado. «Los rayos lo que hacen es establecer un equilibro entre ciertas cargas eléctricas que hay en la atmósfera. Y hay zonas que reciben impactos de rayos con el cielo totalmente despejado, simplemente porque se estableció un diferencial de descargas eléctricas. Se establece un potencial eléctrico que hay que eliminar y la atmósfera justamente precisa los rayos para liberar esas cargas. Lo más común es que se produzcan con nubes de tormenta pero también existen los otros, son poco frecuentes pero existen».

Para que el mal rayo no te alcance

Según los expertos en la materia, ser alcanzado por un rayo no es nada inusual. Todo lo contrario. Es por esto que meteorólogos y estudiosos de los fenómenos del clima señalan la importancia de la prevención.

«Lo peor que podemos hacer cuando hay posibilidad de que haya descargas eléctricas es estar a la intemperie», evaluó Oscar Monjelat. «Y dentro de esa intemperie, el peor lugar es el más elevado sobre el terreno porque la descarga busca el punto de menor esfuerzo. Entonces los puntos más elevados sobre un terreno son siempre los que van a estar más expuestos».

Según el reconocido especialista,  hay que alejarse de la exposición de «los sitios ubicados en lo más alto de los edificios, los árboles y los techos a dos aguas». También hay que tener cuidado con los pararrayos.

Resultado de imagen para la caída de un rayo

¿Se puede sobrevivir a la caída de un rayo?

«Justamente la idea del pararrayos es que el rayo sea conducido por una zona en la que no va a causar tanto daño. El pararrayo es un sistema muy eficiente siempre y cuando la descarga no tenga la posibilidad de correrse haciendo transferencia eléctrica hacia otra zona porque está mal hecho. A veces puede ser mucho más peligroso tener un pararrayos cerca que no tenerlo porque si o sí la zona en la que haya un parrarayos cerca va a estar afectada por un rayo porque las cargas van a tender a caer en esa línea que es la más cómoda para encontrarse »

En ese sentido, Monjelat explicó que «en estos últimos tiempos, se han desarrollado sistemas de defensas que no atraen los rayos sino que evitan que esa zona lleguen a tener una carga tal que haga necesaria la descarga».

El otro punto a tener en cuenta son las construcciones. «En una zona poblada los rayos van a buscar hacer descarga en los techos a dos aguas más que en los techos planos aunque tengan la misma altura. Es por la posición en flecha del techo, las cargas se amontonan en las puntas de los techos y desde allí es más cómodo saltar al encuentro de la descarga».

Otro tema es el de los árboles. Hay que evaluar su altura, forma y ubicación. «Sobre los árboles aislados es mucho más probable que impacten más rayos que en los bosques. Pero dentro de los bosques, el rayo va a elegir al árbol más alto. Y entre uno de copa redonda y otro con copa en pico, por ejemplo, un pino, la descarga va a ir al pino, por la terminación en punta o flecha, porque las cargas eléctricas se van a juntar en esa punta porque les resulta mucho más fácil para la descarga que viene de la nube encontrarse con esa otra que la está esperando».

En cuanto a las playas, Monjelat explicó que «es mucho más probable que impacte en las zonas de las carpas fijas que sobre las sombrillas». Y advirtió: «Cualquier persona que esté en la playa es el punto más elevado sobre el terreno».

La caída de un rayo no se puede prever, es algo que sucede en cuestión de segundos desde que se forma hasta que se produce la descarga eléctrica. Pero, si uno se encuentra en medio de una tormenta eléctrica puede tratar de guarecerse en determinados lugares que resultarán más seguros. Lo más importante a tener en cuenta es no refugiarse en lugares aislados y elevados. No hacerlo debajo de árboles aislados y menos que menos en una terraza u otros lugares altos.  No  hay que quedarse en balcones y en zonas descampadas no buscar refugios cerca de los árboles aislados ni en los molinos en el campo. Si vamos a guarecernos en algún montecito o bosque, nunca quedarse en la periferia del bosque y fijarse siempre cuales son los árboles que no sobresalen y tienen copa más plana. Hay que buscar una distancia intermedia, ni muy hacia adentro del bosque ni muy hacia afuera para no correr riesgos de ser alcanzado por el rebote. Si la tormenta nos agarra en la calle, lo mismo, en principio hay que tratar de no estar en la intemperie, pero de ser así, tener en cuenta estas recomendaciones».

Una luz cegadora

La descarga que produce la caída de un rayo está por encima de los 300.000 voltios. «Una descarga de ese tipo te carboniza al instante», señaló el meteorólogo.

Monjelat explicó que «hay una descarga principal y miles de descargas secundarias». «La principal, si impacta directo sobre una persona la carboniza y si es alcanzada por una de las descargas secundarias puede matarla con un shock eléctrico«.

Aquellos que sobrevivan, tendrán otras secuelas. Tras sufrir la embestida de un rayo, una de las primeras consecuencias que se producen en los tres primeros milisegundos son las Figuras de Lichtenberg, un tipo de cicatrices muy llamativas que produce un rayo al atravesar el cuerpo humano. Tras salir del cuerpo humano, un rayo puede dejar consecuencias tales como carbonización total, heridasquemaduras de hasta tercer grado y pelo y ropa totalmente chamuscados.

Figuras de Lichtenberg, el tatuaje natural que los rayos dejan en el cuerpo

«Si una persona es alcanzada por descargas secundarias, sufrirá síntomas de asfixia y morirá por esa  causa si no es socorrido a tiempo -explicó Monjelat. «Una de las consecuencias de sufrir un golpe eléctrico de esta magnitud es que la garganta y las vías respiratorias se cierren. Por eso es importantísimo que se le aplique RCP en forma urgente».

«El golpe del rayo afecta a todo el sistema nervioso. Normalmente las secuelas son la imposibilidad de mover miembros, dificultades en el habla y problemas de memoria. Las secuelas son tremendas».

Un rayo desde el espacio

En las imágenes de este ‘time-lapse’ se ve la secuencia de un rayo que fue grabada por la Estación Espacial Internacional (EEI) . Impresionante.