Pareja de científicos argentinos reconocidos con uno de los premios mayores en el campo de la física mundial

Hicieron aportes sobresalientes en una de las áreas de vanguardia de la ciencia actual, que estudia los constituyentes últimos de la materia.

 

Como cada 8 de agosto desde 1985, el Centro Internacional de Física Teórica Abdus Salam (ICTP, según sus siglas en inglés) anunció el premio, Paul Dirac. Este año, dos de los cuatro premiados con la distinción considerada por su prestigio, una de las más importantes del mundo en esa disciplina, son una pareja de investigadores argentinos: Marina Huerta y Horacio Casini. Los restantes, dos galardonados, son Shinsei Ryu, de los Estados Unidos, y Tadashi Takayanagi, de Japón.

Precisamente lleva el nombre de este científico, Paul Dirac, que fue Nobel en 1933 junto con Erwin Schrödinger “por el descubrimiento de nuevas formas productivas de la teoría atómica”.

Paul Dirac fue un físico nacido en Bristol en 1902, al que se le atribuye haber introducido la noción de “antimateria” y haber predicho la existencia y las propiedades de una partícula desconocida hasta 1931, una especie de “antielectrón” que hoy se conoce como “positrón” (y que dio lugar a la tomografía por emisión de positrones o PET).

Según cuentan sus coetáneos, era tan callado que sus compañeros de Cambridge acuñaron el término “dirac” como una medida de locuacidad: llamaban “un dirac” a la emisión de una palabra por hora.

El galardón se otorga a científicos que hayan realizado aportes sobresalientes en áreas de la física teórica. En la Argentina, lo recibieron previamente Juan Martín Maldacena, en 2008, y Miguel Virasoro, en 2020. Huerta y Casini, la llamada desde Trieste los tomó totalmente desprevenidos. “Es increíble –exclama ella, desde Bariloche, todavía sin salir de la sorpresa–. No teníamos la menor idea.

En este caso, un jurado elige los premiados y les avisan un día antes. “Voy a ser honesta, pensamos que era una broma. Hasta esta mañana, cuando tuvimos la entrevista con el director de ICTP, Atish Dabholkar, no terminamos de convencernos. Se trata de una distinción enormemente prestigiosa. Cuando uno ve el listado de anteriores premiados, se conmueve, porque son figuras muy admiradas”, manifestó Huerta.

Los dos científicos argentinos son pareja en la vida real y con dos hijos, Guido (17) y Santiago (22), el matrimonio trabaja en una de las áreas más abstrusas del conocimiento actual: la teoría cuántica de campos, algo así como un cruce entre la relatividad especial [que “gobierna” el mundo macroscópico] y la mecánica cuántica [que rige en el zoológico de las partículas subatómicas]. Ambos son docentes del Instituto Balseiro, que depende de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (Uncuyo), e investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en la División de Partículas y Campos del Centro Atómico Bariloche.

Por lo tanto, Casini y Huerta no son “primerizos” en materia de premios internacionales. En 2015 se les otorgó el New Horizons, de la Fundación Breakthrough, también por los aportes que iniciaron a principios de este siglo, cuando firmaron su primer paper en conjunto, al final de una estadía de cinco años en Europa realizando posdoctorados.

 

Últimas Noticias