Cristina Cuellar tiene 61 años. Es oriunda de Villa Gobernador Gálvez y enfermera, desde hace 28 años, en el Hospital Anselmo Gamen. Hoy le toca a ella ser paciente. Hace trece años fue operada de un cáncer de mama y salió adelante. Pero desde hace cuatro meses ese cáncer volvió a aparecer, esta vez en la mama izquierda, e hizo metástasis en la pleura. Para combatir la enfermedad, necesita tratarse con dos drogas diferentes, letrozol y ribociclib. Sin embargo, desde Iapos (Instituto Autárquico Provincial de Obra Social) han rechazado el tratamiento indicado por su oncólogo negándose a reconocerle una de las drogas de la cual depende que pueda mejorar, extender la sobrevida y acceder a una mejor calidad de vida.

«Me enfermé hace trece años, me operaron de la mama derecha en el Hospital Provincial y después tuve que hacer un tratamiento durante cinco años», contó Cristina Cuellar a Conclusión.

«Durante todos estos años me hice los controles que corresponden – explicó la mujer. Pero hace cuatro meses me internaron con un cuadro de líquido en el pulmón, y en ese momento detectaron que mi enfermedad había vuelto y me había tomado la otra mama haciéndome metástasis en la pleura».

Con ese cuadro, el oncólogo que atiende a Cristina Cuellar recomendó un tratamiento con dos drogas específicas: letrozol y ribociclib. Las consideraciones médicas para la utilización de ambas drogas es que la segunda duplica el efecto de la primera. 

Según lo relatado por la paciente y por el médico oncólogo, la respuesta del Iapos fue que Cristina no tenía una «enfermedad medible», es decir, «no tiene un tumor que se pueda medir en centímetros» y que por esa razón no le sería reconocido el ribociclib. 

Rechazo

En noviembre de 2017 la Asociación Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó el uso del ribociclib, que según los estudios médicos, reduce el avance de la enfermedad en un 44%. 

Cuando el cáncer de mama se disemina fuera de la mama y de los ganglios regionales, se denomina cáncer de mama metastásico. Para estos casos en donde la enfermedad es incurable o está muy avanzada, o la detección se realizó tardíamente, se aprobó el uso del ribociclib,  que extiende la sobrevida y brinda más calidad de vida al paciente. La droga actúa bloqueando la proliferación de las células tumorales. Y está indicada para el tratamiento en primera línea del cáncer de mama avanzado.

En diálogo con este medio, el oncólogo Daniel Vicente, encargado de la atención médica de Cristina Cuellar explicó: «El primer rechazo de Iapos fue porque ella no tiene enfermedad medible, es decir no tiene una lesión que se pueda medir en centímetros. Esto quiere decir que no se trata de un tumor en centímetros, eso quiere decir con la palabra medible. Ella tiene una biopsia que tiene células tumorales, pero no se pueden medir en milímetros o centímetros. Estas células están en la pleura. Tienen lesión, tiene líquido, tiene derrame pleural, pero esa lesión no es medible, según el criterio de la Obra Social», detalló el oncólogo.

«En segundo lugar -explicó el especialista- el médico auditor de Iapos, con el que yo hablé, me dijo que es una cuestión de costos, la droga es muy cara. Y el tercer punto es que en el consenso que se hizo el año pasado no está incluida esa droga según el criterio del Iapos».

Vicente señaló que él, como médico, se «fundamenta en la autorización de la Anmat, que no habla de enfermedad medible en ningún momento» «El criterio para indicar el medicamento es que tenga la enfermedad», remarcó el oncólogo. Y detalló: «Lo que dice Iapos es que como la enfermedad no es medible, no le corresponde. Eso es un criterio de ellos, que no tiene ningún fundamento científico, porque la paciente tiene documentación de que tiene una enfermedad y esa enfermedad puede ser tratada con esa droga. Está bien que ellos le ofrecen una de los dos drogas, el letrozol. Esa es una droga que se utilizó hasta hace un tiempo cuando no estaba la otra. Pero si ahora está disponible uno se la ofrece al paciente. Es cierto que es una droga cara, y está claro que es un problema de costos porque si la droga valiera 1000 pesos la autorizarían, pero la droga es cara».

El especialista especificó además que el ribociclib duplica los efectos del letrozol. «El estudio científico por el cual la droga se autorizó, demostró que usando ambas drogas juntas se duplica el período libre de enfermedad que brinda el letrozol. Cuando uno hace un trabajo científico, tiene que ver eso. Es mejor que el tratamiento estándar, el estándar para Iapos es el letrozol solo, que puede ser efectivo, pero que es mucho más efectivo cuando se utilizan las dos drogas juntas».

Vicente reconoció que Iapos puede tener derecho a rechazar el tratamiento sino la consideran dentro de su vademecum. Pero enfatizó que el propio auditor de la obra social le reconoció que es una cuestión de costos y que «Iapos no tiene dinero para pagarla».

«Mi evaluación es que Cristina necesita ese medicamento. No lo digo yo, hay un trabajo científico por la cual la droga se aprobó. Son los llamados Monaleesa 1,2 y 3. Son tres estudios que demuestran que las dos drogas  juntas son mejores que el letrozol solo. Está demostrado, por eso Anmat, que es la que decide si un medicamento entra al país o no, lo autorizó».

Cristina

«No puedo respirar, ni caminar. Ni siquiera una cuadra porque me falta el aire y tengo un dolor agudo en la espalda y el pecho. No puedo ni siquiera hacer mandados, porque apenas camino me agito. Tengo un linfoedema tremendo en el brazo y es todo el mismo cuadro. No puedo dormir de noche del dolor. Realmente necesito esta medicación».

En ese sentido, su médico señaló: «Si no se lo autorizan, se tratará solo con el letrozol. Pero es menos efectivo. Iapos tiene el derecho de rechazarlo porque considera que no está dentro de su vademecum, por así decirlo. Lo puede rechazar . Yo he tenido pacientes que han ido a juicio y después el juez decide si está de acuerdo con lo que explica el oncólogo o está de acuerdo con lo que explica la obra social. Pero está claro que esta droga mejoraría mucho la salud de Cristina». 

Según otros especialistas consultados por este medio, la obra social provincial no se rige por el Plan Médico Obligatorio, que contemplaría el uso del ribociclib. Las obras sociales provinciales, como es el caso de Iapos, no están regidas por la Superintendencia de Salud y tienen una cartilla de prestaciones armadas por la propia institución con límites que fija el propio directorio.

A pesar de ello, Cristina Cuellar sueña con mejorar y vivir un poco mejor. Será por eso que hizo un pedido desesperado en su Facebook, razón por la cual su caso se viralizó. «Quiero que esta situación que estoy sufriendo lo sepa toda la comunidad y así se den cuenta cómo mi obra social, Iapos, hoy me desprotege, me descuida, me abandona a mi suerte, luego de haber entregado mi vida como enfermera a la salud de la provincia. Qué paradoja ¿no?»